‘Contra X: Generación X’, puede sonar raro pero, Lobdell, te echamos de menos

Menudo par de “guindas” debe tener alguien en Panini para dar luz verde a la publicación de un material tan minoritario como es el perteneciente a “Contra X”. Que nadie se vaya a confundir, las historias que conforman este último intento por insuflar vida a varias colecciones mutantes que estaban más muertas que vivas, tienen su aquel pero dudo mucho que haya legiones de aficionados agolpados en las puertas de la editorial demandando estos tebeos.

Los que sí están de enhorabuena son los completistas, esos lectores que pasan las noches en vela al pensar que existen huecos en algunas de sus series, y que gracias a volúmenes como este ‘Contra X: Generación X’ estarán un paso más cerca de encontrar las paz nocturna. Si ya disfrutamos con la anterior entrega, la dedicada a X-Force, ahora se nos viene una nueva ración de “postureo noventero” en su máximo esplendor de la mano de los personajes más jóvenes de la familia X.

Con Warren Ellis como maestro de ceremonias, repartiendo tramas entre las dos colecciones mencionadas y una tercera, X-Man (que esperemos no se quede en el limbo), la cosa pugnaba por intentar elevar unas ventas que habían caído en picado. Siguiendo los parámetros dictados por Ellis nos encontramos con Brian Wood, que ya empezaba a sonar entre lo mejorcito de la industria. En la parte gráfica también habrá viejos conocidos como Steve Pugh, Rom Lim o Alans Evans.

Tres arcos argumentales y una historia final que pondrá el punto y final a una colección que fue de lo mejor que se pudo leer en aquella convulsa época. Enemigos como Johnston Coffin, perseguido por SHIELD, que servirá para tocar el espinoso tema de los jóvenes asesino y las matanzas en las universidades e institutos americanos. También regresa Adrienne Frost, hermana de Emma, con las malvadas intenciones de siempre, ya saben, hacer la vida un poco más difícil a nuestros héroes favoritos. Un final algo descafeinado si recordamos el buen arranque que tuvo la colección de la mano de Scott Lobdell y Chris Bachalo, pero bueno, sirva como curiosidad para conocer algo más de una década oscura y algo loca.
[Grade — 7.00]