‘CES Fuerza X Integral’, farándula superheroica

Si nos ponemos a excavar en las ruinas tebeísticas de Marvel, llegaremos hasta aquel lejano primer número de X-Force. Uno de esos tebeos que vendió mucho. Pero no “mucho” del que conocemos ahora, “mucho” de cinco millones de copias. Una cantidad nada desdeñable teniendo en cuenta que su dibujante fue el inefable Rob Liefeld. Una trama llena de aguerridos personajes en la que nunca estábamos seguros de quienes eran los buenos y quienes los malos. Puro 90. Tras los excesos, en todos los sentidos, de las primeras entregas y una vez que se produjo el éxodo masivo de autores a Image, la colección fue dando bandazos en una dirección y otra. Tony Daniel, Adam Pollina, Warren Ellis, Whilce Portacio o Greg Capullo fueron algunos de los autores encargados de mantener viva la esperanza de la formación heredera de Los Nuevos Mutantes. En mayor o menor medida, todo resultaba un refrito de aquellos primeros números. Hasta que llegaron Milligan y Allred.

A la altura del número 116 llegaba la pareja de autores con una consigna bastante clara y tajante: libertad absoluta para hacer lo que quisieran. Las colecciones X habían sufrido una completa remodelación y algunas como Fuerza-X estaban en las últimas por lo que una solución tan radical podría incluso funcionar. Y así fue. La propuesta era completamente distinta a todo lo que habíamos leído hasta ahora del grupo. Nuevos miembros, nuevo enfoque y nuevo estilo. Para que los aficionados se dieran cuenta que todo podía pasar en las páginas de esta nueva serie, la mayoría de los personajes mueren a lo largo del primer número. Tranquilos, esto más que un spoiler es un pequeño dato que dará lugar a un viaje alucinante por el mundo de las celebrities y la fama.

El Huérfano, Edie, Tike Alicar, Vivisector, Billy Bob, Doop, Chica Muerta o El Entrenador, nombres que poco o nada nos dicen pero que una vez os sumerjáis en la lectura de este integral no podréis dejar de quererlos o de odiarlos. La colección surge en una época en la que, tal y como se ha comentado un poco más arriba, la televisión estaba inundada de personajes absurdos que habían alcanzado la fama sin mucho esfuerzo. A eso es a lo que aspiran los integrantes de Fuerza-X, a conseguir el estrellato caiga quien caiga. Nuestros héroes cuentan con sus propios agentes, vivirán en Los Ángeles y no se perderán ni una sola fiesta en la que puedan desplegar todo su glamour.

Pero nada de esto sería igual sin las estupendas ilustraciones de Mike Allred, su estilo pop, agradable y lisérgico se adapta como un guante a las exigencias de Milligan por no mencionar las dos colaboraciones de auténtico lujo que podemos encontrar en un par de episodios: Darwyn Cooke y Duncan Fegredo. Muy pocas veces se consigue, no solo salvar una colección que estaba muerta, sino convertirla en una de las mejores lecturas de los últimos años. Aquí hay un ejemplo. El integral publicado por Panini recupera la primera tanda de episodios de Fuerza-X, esperemos poder disfrutar en breve de su continuación, X-Statix, la evolución lógica de una de las mejores ideas que ha parido Marvel en mucho tiempo.
[Grade — 9.00]