Cuando me disponía a montar la reseña de ‘Wonder Woman: Tierra muerta’ que os ofrecíamos hace días, ponderé seriamente la opción de unirla al cómic que hoy os traemos por la sencilla razón de que, bajo el influjo de la fuerte personalidad de Daniel Warren Johnson, ambas historias tenían ciertos puntos en común que me parecían justificar tal «programa doble». Optando finalmente por unir al trabajo del artista en DC con la Wonder Woman de George Pérez por las razones que, creo, quedaron suficientemente expuestas en el largo texto que le dediqué a ambas, henos aquí con ‘Bill Rayos Beta: Estrella argéntea‘ y la necesidad de recurrir a argumentos muy similares a los que expuse en el citado texto para, haciéndome eco de lo clarísimo del titular, insistir en que, hoy por hoy, Daniel Warren Johnson es una de las mejores voces que llegan del otro lado del océano y que, por supuesto, se alza indiscutible como uno de nuestros artistas favoritos, esos a los que le vamos a seguir comprando completamente a ciegas cualquier cosa que tengan a bien regalarnos.
Y, en términos de regalo, esta miniserie de cuatro números es maná divino: rescatado el personaje por un Donny Cates que ha conseguido colocar a su ‘Thor‘ por encima de lo que hizo Jason Aaron en menos tiempo del que necesitó el guionista para lograr que su visión del Dios del Trueno fuera una de las tres mejores que nos ha ofrecido Marvel nunca, Warren Johnson nos ofrece en esta pequeña aventura todo un análisis de la creación de Walter Simonson como nunca lo habíamos visto hasta hoy. Gran parte de la efectividad de lo que plantea el artista pasa, como le veíamos en ‘Murder Falcon‘ por plantear un discurso enhebrado desde el corazón con hilos de sumo cariño, no ya sólo por el personaje, que también, sino por el cómic de superhéroes en términos generales: se nota, y mucho, que el guionista y dibujante está encantado con el encargo por parte de La Casa de las Ideas y eso se traduce en unas páginas apasionadas que resuenan con su mayor fuerza en la imposible relación entre Bill y Sif y en que el portador del trueno con cabeza de caballo se embarque en la búsqueda de Odín para intentar recuperar el martillo que conseguía devolverlo a su aspecto más humanoide.
Añadiendo al conjunto un par de secundarios inolvidables —porque no hay otra manera de denominar a Skurge y Pip— que, de nuevo, nos recuerdan lo mucho que Warren Johnson pone la carne en el asador en sus historias para que se sientan con «la patata», poco se puede decir acerca del dibujo del estadounidense que no hayamos dicho ya cada vez que hemos hablado de él: reconozco que su estilo es sucio, visceral y en ocasiones podría parecer aturrullado pero, donde otros utilizarían dichas cualidades para arremeter contra él —utilizarían y utilizan, que normalmente es lo que más le achacan sus detractores— yo no puedo sino admitir que caigo rendido ante la manera que tiene de narrar, ante la ferocidad de sus planchas —cuando así lo requiere la acción, claro— y ante esa carga de sentimientos que empieza en el guión y, por supuesto, termina inundando unas viñetas que, de nuevo, figuraban como lo mejor del año en nuestro reciente resumen anual. Oro impreso, queridos lectores…ORO IMPRESO. ‘Nuff said!!!!!
Bill Rayos Beta: Estrella argéntea
- Autores: Daniel Warren Johnson
- Editorial: Panini Comics
- Encuadernación: Rústica
- Páginas: 128 páginas
- Precio: 14 euros
- Johnson, Daniel Warren (Author)