‘Batman: Los Reyes del Miedo’, sí, más de lo mismo…¿y?

Nueva referencia del Hombre Murciélago en la que aparece en los créditos un nombre íntimamente relacionado con la historia del personaje. El dibujante Kelley Jones, maestro de las sombras y la tenebrosidad, ha dedicado gran parte de su carrera a ilustrar una ingente cantidad de aventuras protagonizada por el oscuro superhéroe. Esta vez, para poner algo de novedad en la obra, dejará a un lado a su socio en la parcela batmaniana, Doug Moench, para aliarse con Scott Peterson, guionista de Batgirl, y que aquí realiza un trabajo bastante interesante. Tanto uno como otro saben moverse muy bien por este terreno, ambos conocen a la perfección la franquicia y saben sobradamente lo que los aficionados más fieles quieren encontrarse cuando abran un nuevo volumen con el nombre de Batman impreso en la portada. Ya desde la misma cubierta hasta el tono que impera en las páginas de Jones, nos dice de manera explícita lo que ‘Batman: Los Reyes del Miedo’ nos va a ofrecer.

La galería de villanos de Batman siempre ha sido una de las más pobladas e interesantes de la editorial, podemos encontrar todo tipo de malosos que hacen la vida un poco más complicada a nuestro héroe favorito. Para empezar no hay nada mejor que contar con el Joker para dar el pistoletazo de salida al relato, el enésimo enfrentamiento entre ambos personajes acabará con la correspondiente visita al Asilo Arkham. Una vez allí, todo se saldrá un poco de madre y terminará con un motín y una pelea multitudinaria dando como resultado la fuga de uno de los reclusos con más solera del lugar: El Espantapájaros. No se irá solo ya que en su huida se llevará consigo a un vigilante como rehén, algo que le añade un poco de picante al asunto. Y sí, para todo el que se esté preguntado si vamos a tener la famosa toxina que hace ver los peores miedos de cada uno, la respuesta es afirmativa.

Gracias a los “malos humos” del villano, Jones podrá soltarse la melena a la hora de ilustrar esas escenas en las que alguien está sufriendo alguna horrible pesadilla. Por supuesto no van a faltar las exageradas fisionomías tan características del autor de Sacramento, esos físicos desproporcionados que tan buenos resultados le han dado siempre en sus obras. Peterson, por su parte, se saca de la manga un guión para que su compañero de viaje pueda lucirse a base de bien, incluso se podría buscar ciertas referencias o inspiración en algunos de los relatos que a los que Jones puso imágenes durante su estancia en el título principal en la década de los noventa, una época bastante prolífica en cuanto a tebeos “molones” del defensor de Gotham. Todo ello da como resultado una lectura bastante entretenida, que puede que no sea el colmo de la originalidad pero que se deja leer con bastante interés. Con la incorporación de este volumen en el catálogo de ECC el nombre de Kelley Jones es uno de los que más aparecen en el buscador de “Autores”. Hemos perdido la cuenta, algo que viendo los resultados, nos importa bien poco.

[Grade — 8.00]