‘La isla sin sonrisa‘ supuso, para aquellos que no lo conocían, el sorprendente descubrimiento del talento de Enrique Fernández, un artista oriundo de L’Hospitalet que, antes del éxito cosechado por el citado título ya tenía dos proyectos más publicados de los que hablaremos a continuación. Con los magníficos resultados obtenidos por el álbum, resulta incomprensible que sus seguidores hayamos tenido que esperar tres años para poder deleitarnos con la belleza de las páginas que componen ‘Aurore’, aunque más sorprendente sea aún el hecho de que Fernández haya querido recurrir al crowdfounding para dar salida a su siguiente título.
Enrique Fernández comenzó dedicándose a la animación un campo en el que, en palabras suyas concecidas en una entrevista en Trazos en el bloc:
Creo que he tocado casi todos los palos que un dibujante normal y corriente toca en animación, como intercalar, clean up y animar para series de TV o publicidad, o storyboards («El Cid» y «Nocturna»), diseños de personajes («Pixelinmotion»), etc
Con el bagaje que esta experiencia le concede, Fernández se pasa al cómic y publica en 2004 ‘Libertadores‘ con Glénat, una obra en la que, de forma temprana comienzan a verse sus grandes virtudes para el dibujo, por más que el guión necesite de algún que otro pulimentado. Tras ella, y de la mano del guionista Chauvel y de la editorial Delcourt llegaría el título que haría de su nombre uno a tener muy en cuenta, la adaptación en tres álbumes (uno sólo aquí en España publicado de nuevo por Glénat) de ‘El mago de Oz‘.
Oculta aquí su bisoñez a la hora de escribir bajo la sombra de lo que Chauvel lograba (que tampoco era nada del otro mundo) Fernández da el do de pecho en unas páginas prodigiosas que, rápidamente, consiguen algo que habla mejor que cualquier otra apreciación sobre la calidad de su trabajo: hacer que nos olvidemos de la cinta de Victor Fleming y la Dorothy interpretada por Judy Garland.
Con ‘La mère des victories’ como siguiente e inédito (en España) trabajo, de Enrique Fernández no volveremos a saber hasta que, en 2009 aparezca, de cara al Salón del Cómic de Barcelona, ‘La isla sin sonrisa‘, un soberbio avance con respecto a lo que le habíamos leído hasta entonces, no sólo en cuanto a dibujo (el salto cualitativo entre ‘El mago de Oz’ y este álbum es espectacular) sino en lo que al guión se refiere. Ambas vertientes se ponían al servicio de una historia cargada de poesía que bebía, directamente, del inagotable y magistral manantial que es la obra de Hayao Miyazaki, un detalle que, si cabe, elevaba aún más la valoración de una obra redonda que se alzaba con el premio ActuaBD en Angouleme 2010.
Y es ese mismo año cuando Fernández anuncia en su blog que se ha puesto manos a la obra con dos nuevos proyectos, uno llamado ‘Cobra‘ (cuyos dos volúmenes están anunciados para 2013) y ‘Aurore’ que, publicado en Diciembre del pasado 2011 por Soleil, llega ahora a nuestras estanterías de la mano de Norma.
Resulta complicado resumir en pocas palabras la trama de ‘Aurore’ aunque no tanto como lo que cuesta comprender en su totalidad lo que el autor pretende transmitir con la historia.
Los dioses antiguos han abandonado al pueblo de Aurore . Una extraña fuerza la ha arrastrado al mundo de los espíritus. Solo haciendo una canción podrá regresar con los suyos y devolver el equilibrio a su tierra
Esta es la sinopsis oficial, tres líneas escuetas que no hacen sino arañar en la complejidad de un guión que se muestra esquivo a la hora de que el lector lo tenga fácil para sacar conclusiones sobre él. Imbuyéndose de pleno de nuevo en la forma de narrar historias que ha caracterizado a Miyazaki y Ghibli, Fernández traza con ‘Aurore’ un relato en el que, más allá del mensaje sobre la perserverancia y lo indómito del espíritu humano, resulta complejo leer entre líneas. Por él, pululan toda esa suerte de seres del bosque y espíritus de la tierra que tanto gusta meter en sus cintas el director nipón y, al igual que suele ocurrir con éste, gran parte del mensaje que quiere transmitir se pierde en la emisión.
Con este escollo de partida (un escollo que, según el lector, puede llegar a ser insalvable), resulta particularmente doloroso que el arte que Fernández despliega en todas y cada una de las páginas de ‘Aurore’ sea tan condenadamente fantástico. Al igual que ‘La isla sin sonrisa’, el plato fuerte del álbum corre a cargo de un estilo de dibujo heredado de la animación con un uso soberbio del color y unos diseños de personajes geniales entre los que destacan tanto la pequeña protagonista como Okko, el espíritu en forma de lobo que le acompaña en ese viaje en busca de una canción que ayude a su pueblo.
Como decía, una lástima que el guión no esté a la altura de lo que Enrique Fernández es capaz de desarrollar sobre el tablero de dibujo y que la calificación final otorgada esté orientada casi toda a la componente visual del álbum. De estar al mismo nivel, podríamos haber hablado del mejor trabajo del autor hasta la fecha. Una pena que no sea así.
- Autores: Enrique Fernández
- Editorial: Norma
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 56
- Precio: 14 euros
1 comentario en «‘Aurore’, la niña que buscaba una canción»
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