'Amor inmortal vol.1' Tomm Coker le da palos a la saga de Crepúsculo

Como diría Dennis Hopper en ‘Speed’, ¡a ver listillos, pregunta de examen! ¿Quién ha terminado hasta las narices de la saga de Crepúsculo y lo que ella ha supuesto para el mundo de los chupasangres? No esperaba menos, muchas manos levantadas, así me gusta. ¡Otra pregunta! ¿Quién quiere leer algo sobre los señores de la noche con un aire completamente diferente? Pues lo tenéis fácil, aquí llega ‘Amor inmortal‘, la primera parte de lo nuevo de Tomm Coker y un cómic dispuesto a devolver a los vampiros al sitio que se merecen.

Autor poco amigo de mantener una presencia acusada en el mercado, la producción de Coker se puede resumir en muy pocas líneas, aquellas que nos van a ocupar recordar su ‘Blood & water‘, miniserie de cinco números con guión de Judd Winick, el ‘Nightfall: the black chronicles‘, otra miniserie, esta vez de tres números y de aquél sello llamado Homage del que no se acuerda ni Jim Lee y, por último, el ‘Daredevil noir‘, lo mejor hasta la fecha (y tampoco es decir mucho) de su parquísima producción.

A estos hay que añadir ahora un título con el que Coker da en el clavo desde la primera página y que, por méritos propios, se coloca por delante de todo lo que ha publicado el norteamericano. La historia, resumida de forma ordenada (Coker aprovecha los flashback de manera genial para ir narrando el encuentro de los personajes), se podría condensar en el típico: chico conoce chica, chico se enamora de chica, chica resulta ser una vampiresa, chico un mercenario reconvertido en letal asesino que no dejará títere con cabeza para acabar con el vampiro que la convirtió. ¿Qué? ¿qué no es típico? Ah, vale.

Aprovechando sobremanera sus recursos estílisticos y sabedor de que su trazo poco definido y lo oscuro de la paleta de colores le va como anillo al dedo al tono de la historia, Coker cuaja muchas de sus mejores páginas en un relato non-stop que deja muy pocos respiros al lector. Si a eso le sumamos un final que deja con ganas de mucho más (no en vano esta es la primera parte de una historia que, esperemos, tenga continuidad) no cabe duda de que nos encontramos ante un producto digno de la atención de todos los amantes del terror en general y las manchas rojo carmesí en particular.

FICHA TÉCNICA: Amor inmortal