‘Aleister Crowley: Vagando por el Páramo’, ocultismo a la carta

No va a ser la primera vez que una obra tan interesante como esta ‘Aleister Crowley: Vagando por el Páramo’ se pierde entre tantísima novedad que se amontonan en las estanterías de las librerías. Y es una pena porque editoriales recién estrenadas como Hirukoa llegan con fuerza y unas ganas tremendas de hacerse un hueco en el panorama actual. Obviamente, pelear con las grandes sería algo impensable, pero a base de obras desconocidas e interesantes intentarán llamar la atención de todos los aficionados con ansías de nuevas experiencias lectoras. Un comic que cuenta con la figura del ocultista más famoso de la cultura popular del siglo XX (y parte del XXI) se vende solo.

Edward Alexander Crowley se movía como pez en el agua por rituales oscuros y práctica que nos pondrían los pelos de punta a más de uno. Si a esto le añadimos el círculo social por el que se movía (importantes nombres de la política y personas con bastante poder) no es de extrañar el halo de misterio que siempre le ha rodeado. Como todos los personajes que han levantado tanta polvareda “mediática”, las opiniones sobre ellos se suelen mover entre la admiración más absoluta y el odio más exacerbado. Esta obra se encarga de aportar una visión, un repaso por su vida y por su obra, por sus logros y por sus fracasos.

La historia parte con la llegada de un escritor a la residencia del mago, que se encuentra en un estado bastante delicado, viviendo lo que parece ser la última etapa de su vida. Esto será una excusa para que Crowley le relate distintos hechos acontecidos a lo largo de su existencia, los momentos más importantes que ayudaron a fraguar el mito que se esconde tras su apellido. El ritmo no decae en ningún momento puesto que la filosofía del ocultista se basaba principalmente en la libertad de las personas, algo que atentaba directamente contra la encorsetada ética y moral de aquellos días. Enseñanza, familia, magia, religión, rituales sexuales, hermandades secretas…no falta ni un solo elemento que aporte su granito de interés.

El guionista Martin Hayes nos ayuda a adentrarnos en el particular universo de Crowley, firmando lo que se puede considerar una biografía de alguien que pasó a la historia como “la peor persona de Inglaterra”, y aún así lo hace sin caer en amarillismos baratos. Por su parte, el dibujante Roy Stewart, usa distintas técnicas para ilustrar el relato, estilos que se mueven desde la experimentación hasta un trazo más europeo, pasando por collages fotográficos y juegos de sombras bastantes atractivos. Una referencia que aporta nuevos datos sobre Crowley, persona que, por sí solo, ya es lo suficientemente atrayente como para acercarnos a cualquier obra que contenga su nombre. Si encima está tan bien facturada como esta, miel sobre hojuelas.
[Grade — 7.50]