‘100 Balas vol.6’, surgen más interrogantes

La editorial ECC ha sabido manejar a la perfección la recuperación de material clásico de DC. Mientras que otorgaba el protagonismo principal a las renovadas colecciones de New 52 no se ha olvidado ni por un momento el gran fondo de catálogo que tenía a su disposición. Por un lado multitud de series, miniseries o novelas gráficas de Batman, Superman o La Liga de la Justicia, pero por otro, ahí estaban Vertigo y Wildstorm con material más que interesante como ‘Planetary‘, ‘Ex Machina‘, ‘La Cosa del Pantano de Alan Moore‘, ‘Predicador‘ y, por supuesto, ‘100 Balas‘.

La excelente colección de Brian Azzarello y Eduardo Risso ha contado con bastantes ediciones en nuestro país desde que hiciera su aparición allá por el año 1999. Nos llega el sexto volumen (serán 10 hasta completarla) y las cosas están cada vez más interesantes. La trama ha ido ganando en matices, en personajes y en algo más de complicación, alejándose de aquellas primeras entregas que parecían no tener ninguna relación unas con otras. Una evolución que “asustó” a muchos aficionados pero que a otros, la mayoría, los terminó de enganchar.

Y lo hizo usando lo que gusta tanto a los amantes del género negro: muertes, masacres, traiciones, conspiraciones y mucha mala uva, todo lo que hemos podido disfrutar desde el primer número pero, ahora, con una mayor intensidad. Cuatro son los relatos que nos vamos a encontrar en este nuevo volumen. “Wylie en la ciudad del vudú”, Wylie Times llega hasta Nueva Orleans guiado por el famoso maletín del agente Graves para dar con el asesino de su amada. Le siguen tres historias cortas, “Fumata Negra”, “La Calma” y “Por un hijo” donde la trama sigue avanzando, centrándose esta vez en el mencionado Times, dejándose ver también Lono y Loop y otros milicianos de nuevo cuño como Victor Ray, The Rain.

Una serie que nunca se ha caracterizado por su luminosidad pero que, enfilando la recta final, se vuelve cada vez más oscura y retorcida. Máximo culpable de este aspecto sombrío es el dibujante Eduardo Risso, que con sus juegos de luces y sombras hace de cada página un espectáculo visual. Queda poco para el desenlace de una obra descomunal y, si aún no se ha leído, dejará a más de uno con la boca abierta.
[Grade — 8.50]