Ser médico es, sin duda alguna, una de las profesiones más duras que nos podemos imaginar, pues acarrea unas condiciones de trabajo que desgastan mucho y el tener que cuidar a personas cuando se enfrentan a la muerte es una carga psicológica que pocos pueden llevar. Con estas ideas en mente Syuho Sato ha traído su particular punto de vista del trabajo de un doctor en ‘Say Hello to Black Jack‘, nombre propiciado por la obra ‘Black Jack’ de Osamu Tezuka’.
¿Qué demonios son los médicos? Esa es la pregunta que se hace constantemente Eijiro Saito, un médico en prácticas del Hospital Universitario Eiroku y cuyo mayor sueño es poder vivir ayudando a la gente. Sin embargo, nada más llegar se encuentra de bruces con la realidad de la sanidad japonesa, un sistema corrupto al más puro estilo feudal que le impide salirse de las normas para salvar a un paciente.