La versión oficial nos cuenta que Sherlock Holmes encontró la muerte al precipitarse por la cascada de Reichenbach, en Suiza, durante una encarnizada lucha con su archienemigo el profesor Moriarty. Así lo cree al menos el doctor Watson al principio de esta historia. Pero incapaz de aceptar la ingrata suerte corrida por su compañero de aventuras, y a la vista de ciertos acontecimientos, el buen doctor decide emprender una investigación en compañía del joven Wiggins, antaño niño callejero y ahora llamado a ser el sucesor de Holmes.
A lo largo de su investigación, Wiggins y Watson descubrirán detalles ocultos e inesperados sobre la vida y la personalidad de Sherlock. Entrarán en contacto con su familia, repasarán su biografía y descubrirán que todo lo que creían saber sobre el temible profesor Moriarty, podría no ser del todo cierto. Y nosotros lo descubriremos también, a través de una lectura muy entretenida orquestada por Cecil y Brunschwig.
La nueva visión que se nos da de Sherlock Holmes en este cómic no sólo sorprende en más de una ocasión, también espolea nuestras creencias sobre el personaje y nos deja expectantes sobre las revelaciones que llegarán a continuación. Hay que decir que por impactantes que parezcan algunas de estas revelaciones sobre Holmes, los autores las hacen siempre desde un profundo conocimiento y respeto al personaje.