El pasado viernes 16 de julio, nueve meses después de su estreno en los EE.UU., llegó a las salas españolas ‘El Circo de los Extraños’ (Cirque Du Freak. The Vampire’s Assistant), adaptación de las tres primeras novelas de la saga vampírica de Darren Shan en las que, narradas en primera persona, nos adentramos junto a su joven protagonista en un mundo poblado por vampiros y toda clase de extrañas criaturas después de salvar la vida de su mejor amigo a cambio de convertirse en otro poblador de la noche.
Dirigida por Paul Weitz (‘American Pie’), la película destruye sin compasión el material original convirtiendo una obra que bien podría haber tomado el relevo cinematográfico de ‘Harry Potter’ en un subproducto carente del menor interés incluso para su propia productora, Universal, a quienes solo les ha faltado lanzarla directamente en DVD. Imagino que alguna cláusula en los contratos de John C. Reilly (Larten Crepsley), Ken Watanabe (Mr. Tall), Willem Dafoe (Gavner Pur) o Salma Hayek (Madame Truska) lo habrá impedido, pero desde luego ninguna de estas estrellas (en mayor o menor medida) ha servido para otra cosa. Los únicos intérpretes con actuaciones aún más inconsistentes son Chris Massoglia (Darren), Josh Hutcherson (Steve) y Michael Cerveris (Mr. Tiny) pero no sería justo culparles de unos problemas que nacen del horrible guión firmado por el propio Weitz junto a Brian Helgeland (‘Payback’).
Llegados a este punto puede que alguno de los que ya habéis visto la película piensen que me estoy pasando, que no es para tanto, pero solo se me ocurre un motivo para ello: definitivamente no se han leido los libros. Siempre he sido bastante razonable con las adaptaciones y salvo en contadas excepciones suelo encontrar el modo de apreciar las diferencias surgidas al trasladar una obra a distintos medios. Hasta aquí bien, pero lo que no tiene el menor sentido es que desde el minuto uno sepas quién es el malo malísimo, quién es su títere y cómo acabará todo. La película logra lo imposible. Ser un enorme spoiler de si misma que arruina cualquier oportunidad de disfrutar posteriormente con la lectura de los doce y muy recomendables libros que abarcan toda la historia de Darren Shan.