Hoy se estrena en España ‘Scott Pilgrim contra el mundo’, la esperada película de Edgar Wright (Hot Fuzz/Arma Fatal, Shaun of the Dead/Zombies Party) basada en el cómic de Bryan Lee O’Malley de la que llevamos toda la semana hablando. Hoy, viernes 12 de noviembre; ni más ni menos que tres meses después de su estreno en los EE.UU., días después de su lanzamiento en DVD y Blu-ray y, por supuesto, semanas después de estar fácilmente disponible para descarga en alta definición desde la red.
La cosa tiene miga, y parece mentira que corriendo los tiempos que corren, las distribuidoras aún no hayan comprendido que los espectadores, especialmente dentro del segmento de edad y aficiones en el que se mueven películas como la que nos ocupa, sencillamente no están dispuestos a esperar. Espectadores que habrían pasado por taquilla pero que finalmente decidieron recurrir a las “artes oscuras” para ver gratis algo por lo que no podían pagar aunque quisieran, tan solo esperar.
La opinión general es unánime: Scott Pilgrim es una de las películas más frescas e innovadoras del año, y se ha ganado limpiamente el premio a lo más fandomero de 2011 (y eso en un año que también nos ha traído ‘Kick-Ass’) pero, tras verla dos o tres veces en la pantalla de alta definición de tu salón abrazado a una manta, ¿quién va a ir al cine para pagar, como se merece, por ella?