Como dice Ramón Sánchez, el protagonista de ‘Burbujas’, de repente hay un día en que empiezas a hacerte preguntas que nunca te habías formulado, y tu vida cambia de rumbo radicalmente. Eso es lo que le pasa a Ramón cuando le reubican en su trabajo y cae en la cuenta de que su vida no es tal y como se esperaba. Entonces, frente a la tranquilidad y la luminosidad del acuario del parque municipal, el personaje empieza a repasar su vida y algunas de esas cuestiones cotidianas que a todos nos han afectado alguna vez.
Lo primero que anda mal ya desde hace años es su matrimonio. Su mujer no es la de antes, ya sólo le responde con frialdad e indiferencia, y encima le ha entrado la obsesión de que Ramón debería tener alguna amante para tener algo que comentar con sus amigas, que por lo visto llevan vidas mucho más emocionantes que la suya. Por otro lado están sus hijos, con los que apenas habla. Mina es una fanática de las historias de vampiros y Mono se pasa el día frente a la pantalla de un ordenador. Sin embargo, si les escuchara descubriría que tienen muchas cosas que contarle.