'Tokyo Revengers', rebeldes con pausa

Con la etiqueta de super éxito en su país de origen más de 20 volúmenes a sus espaldas y un anime estrenado este mismo año Norma editorial nos trae los dos primeros volúmenes de ‘Tokyo revengers’, un manga de viajes en el tiempo pero con normas muy marcadas.

‘Tokyo revengers’ es la historia de Takemichi, un veinteañero atrapado en un trabajo sin futuro y una vida con pocos alicientes, que el mismo día que descubre que su novia del instituto ha muerto en extrañas circunstancias retrocede accidentalmente en el tiempo, encontrándose de nuevo en su cuerpo de doce años antes. Pero nuestro héroe no era un mero estudiante, sino que pertenecía a una banda callejera y sospecha que, tal vez, la evolución de las decisiones que tomó en su momento quizás acabaran conduciendo a la muerte de su querida Hina, y quizás cambiándolas también puede evitar su muerte. Un desplazamiento temporal con fuerte carga nostálgica, aunque a un nivel emocional distinto a obras como el muy recomendable ‘Barrio lejano’ de Jiro Taniguchi, pero que juega con elementos de thriller logrando enganchar rápido al lector con una premisa tan popular como la de poder cambiar al pasado, aun quitando de la ecuación elementos como la paradoja de encontrarse con uno mismo

Pero nos encontramos ante unos viajes temporales atípicos. Nuestro héroe solo puede desplazarse doce años antes, y solo doce justos, de modo que no puede rebobinar cambiando lo que ya ha variado en esta segunda oportunidad y el tiempo del pasado corre paralelo al presente, de modo que en sus viajes de ida y vuelta al pasado puede que deje pasar un acontecimiento que resulte ser clave. Una desesperada cuenta atrás sin culmen concreto pero que puede conducir tanto a la salvación como a la destrucción de sus seres queridos.

Con un particular modo de desencadenar el viaje (darle la mano a otro de los personajes, el hermano de la difunta, cómplice y más de una vez director de estas incursiones en el tiempo) que hacen que cada vuelta atrás sea diferente ‘Tokyo revengers’ no se hace demasiadas preguntas por el momento sobre cual es la causa de este hecho mágico, centrándose más en unos personajes carismáticos. Cierto que nos encontramos ante un buen grupo de estereotipos como ese protagonista tirando a «pringao» pero de buen corazón o esa novia de mayor madurez pero de armas tomar, capaz de cruzarle la cara a un proyecto de yakuza si atenta a sus convicciones éticas, pasando por el tipo duro para el que la amistad es todo y cuya agresiva fachada oculta un alma pura, pero el devenir de la historia hace que hasta se lo perdonemos, generando una empatía que puede crear amarras en el lector.

Un dibujo cuidado da el toque a un manga que, sin ser un prodigio de la originalidad sabe erigirse en un producto sólido. Un manga que, optando por una ambientación en el mundo de esas bandas de jóvenes delincuentes que hacen de este un shonen más oscuro y violento que otros subgéneros como el deportivo o los de lucha (aunque sin llegar a los niveles de esos seinen de yakuzas como ‘Strain‘ o ‘Ichi the killer’); consigue sin embargo enganchar, generando grandes expectativas para una historia que, en el fondo, versa sobre un tema tan universal como es la amistad. Una amistad que en mundillos tan adversos puede resultar más difícil de forjar, pero a la vez generar eslabones más sólidos. Paciencia: el viaje (en el tiempo) puede ser largo, pero apasionante.