Llega, Distrito Manga, un tsunami de cómic japonés de la mano de Penguin Random House

Sin ser ni mucho menos ajena a esto del noveno arte, gozando en su catálogo de nombres como Quino o la ilustradora María Jesse, el clásico ‘Maus‘ o esa sorpresa coreana que es ‘Hierba‘, la editorial Penguin Random House ha decidido sorprendernos añadiendo a sus publicaciones toda una línea de títulos manga, una tendencia cuyo éxito ha crecido exponencialmente gracias al gran número de nuevos lectores que han surgido a raíz del confinamiento.

En formato tankobon estos nuevos lanzamientos abarcan géneros tan dispares como la ciencia ficción, el romance, los superhéroes o el detectivesco, con obras como ‘Joy‘, ‘Ranger reject‘, ‘Shikimori es más que una cara bonita‘, ‘Love in Focus‘, ‘Complex age‘ o el anunciado ‘Hiraeth: el final de la travesía‘.

Entre aquellos que he tenido la fortuna de leer el más mediático quizás sea ‘As the gods will‘, que puede suene a más de uno porque en él se basa la película homónima de Takashi Miike de 2014. Obra de Muneyuki Kaneshiro, nombre detrás del futbolístico superéxito ‘Bluelock‘, este manga con una premisa tan alocada como la de un grupo de estudiantes de instituto que se enfrentan, sin comerlo ni beberlo, a unos extraños seres con formas tan inesperadas como un daruma o un gato gigante que les obligan a participar en unos juegos en los que perder implica la muerte (¿Alguien ha dicho ‘El juego del calamar‘? Descubrid aquí como eso de la ‘luz roja, luz verde’ no era algo tan innovador). Con buenas dosis de gore, un surrealista sentido del humor y toda una serie de interrogantes que esperemos se resuelvan, al menos parcialmente, en futuros volúmenes ‘As the gods will’ es un manga de ritmo vertiginoso para paladares fuertes que promete ir in crescendo. Los fans de las historias con aire a ‘Battle royale‘ lo disfrutarán sin duda.

De corte bien distinto es ‘El incidente Darwin‘, una trama que nos sumerge en el terreno de las distopías, un terreno en el que solemos encontrar a su autor, Shun Umezawa, para contarnos la historia de Charlie, el primer híbrido de humano y chimpancé o, como se le va a conocer popularmente, humancé. Charlie, que empieza a ir al instituto como otros chicos de su edad y se va a enfrentar a todo tipo de reacciones…incluidas las de alguna oscura organización. Moviéndose en un campo casi filosófico su primer volumen, estando aún en publicación en Japón, va presentando los mimbres de la que promete ser una una auténtica reflexión sobre las implicaciones de la ingeniería genética y qué es realmente el ser humano.

Por un terreno más clásico apuesta ‘Los asesinatos de la mansión decagonal‘, ya concluida en Japón con su quinto tomo, un auténtico whodunit que encandilará a los fans de obras como ‘Detective Conan‘ o la reciente ‘El misterio prohibido de Ron Kamonohashi’, aún optando por una única historia (eso sí, sumando una serie de interrogantes que parecen estar conectados) y no por una serie de pequeños casos consecutivos. De cuidado dibujo, la excursión a una peculiar mansión en cuyas proximidades ha tenido lugar un extraño crimen (y en una isla desierta para rematar) de una asociación universitaria que se dedica a la escritura de relatos de misterio parece puede saldarse con un resultado relativamente sangriento. Con más de un guiño para los fans del género, empezando por los apodos de su coral reparto, esta historia que se va a mover en dos escenarios diferentes, es de esas tramas que engancha con más de un giro inesperado y que no deberían perderse los amantes de los misterios con más de una vuelta.

Estos tres volúmenes son solo una pequeña muestra de lo que promete ser una nueva oportunidad para disfrutar de esa producción tan abundante como heterogénea que es el manga, y de la que, hay que confesarlo, nunca nos cansamos. Bienvenida sea.