Desde que lo único que teníamos en Madrid era el hoy desaparecido Expomanga, no podemos evitar pensar que lo que vamos a encontrar en cualquier evento de este tipo es manga y anime en cualquiera de sus formatos, del tomo a la camiseta pasando por el DVD. Pero los años han hecho que se vayan sumando al invento muchas otras formas de ocio y expresiones artísticas.
Así en las citas actuales, como la que ha tenido legar en los pabellones 3 y 4 de Ifema los días 21 y 22 de septiembre hemos podido disfrutar tanto de los héroes del cómic y la animación nipones como del arte de la papiroflexia, en venta y en forma de taller, la gastronomía, foodtrack mediante, la espada, de luz o aquella de madera que se emplea en el haikido y hasta del erótico shibari, cuya definición invito a los mayores de 18 (los únicos admitidos en la sección en la que estaba presente y donde también se podían adquirir sensuales ilustraciones y otro merchandising solo para adultos) busquen en la red.
Pero si hay algo que ha demostrado haber adquirido verdadero peso en la Japan Weekend es la música. Cierto que es fácil asociar muchos de nuestros títulos favoritos a un opening o un ending particular, algunos desde hace décadas como los de Ranma o Caballeros del zodíaco, otros más recientes como la vibrante apertura de Los guardianes de la noche, aunque el asunto, a pesar de la presencia de Horoki Takahashi, intérprete original de los primeros temas de Dragon Ball. ha crecido. Así el grupo de idols Aquors y los solistas Centimillimental y Who-ya Extended han dejado junto al veterano Takahashi algunos de los mejores momentos para los fans en los conciertos correspondientes pero también en Q&A y sesiones de firmas, demostrando que hay más en el panorama musical que la industria norteamericana o los ritmos latinos.
Japan Weekend se ha ido estabilizando asi a lo largo de los años con una serie de elementos que el visitante espera y sin duda ha encontrado este año. El festival Bon Odori, a ritmo de Taiko (con el que se atrevieron incluso a hacer una versión del tema de Juego de tronos), el retroweekend plagado de videojuegos, los puestos de artistas y creadores rebosantes de arte original y fan art o las exposiciones, como la de atuendos de cosplay o la dedicada al merchandising de Dragon Ball (el recuerdo de Toriyama ha estado presente, aunque quizás no tanto como esperábamos) no han faltado. Por no hacerlo no lo han hecho ni los habituales vestidos de dinosaurio que ya no sorprenden tanto como hace unos años pero siguen creando ambiente, aunque han tenido que enfrentarse a la poderosa presencia de un psyduck de dos metros de altura que no desentonaba entre los numerosos productos de Pokemon que podían encontrarse prácticamente en cada esquina.
Y entre estas ya familiares presencias se ha podido comprobar como las series más populares siguen siendo ‘One piece‘, ‘Guardianes de la noche‘, ‘Spy X family‘ (especialmente la pequeña telépata Anya) y ‘Ataque a los titanes‘, con un ligero repunte de un ‘Shin-chan‘ que nunca se fue y que estrenará nueva película en cines este 18 de octubre. Eso sin perder de vista el que probablemente sea el cosplay más popular de este año, Deadpool, que frente a los de Spider-man que nunca han faltado, ha tomado nueva fuerza a raíz de su último film, aunque Lobezno parece no haber tenido tanta suerte. Será que Hugh Jackman solo hay uno.
La que ya es una cita imprescindible para el aficionado sigue demostrando cuales son sus puntos fuertes: diversidad y capacidad de crear ambiente. Cierto que se podría haber organizado de manera más uniforme las secciones dedicadas a los stands no vendibles y de artistas, divididas en esta ocasión en ambos pabellones, y que se agradecería que aumentaran detalles tan simpáticos como el regalo del cartel del festival (obra de la dibujante Sakizo, que también acudió al evento y que presenta una chulapa que es puro manga), así como la presencia de más puestos y editoriales de manga, aunque no han faltado sellos como Fandogamia, Tomodomo o Kibook o la venta de tomos en japonés (con los primeros números de auténticos clásicos), pero no se puede negar que la diversión está asegurada. Japan Weekend está llamado a seguir evolucionando a mejor, o al menos así se espera: de ser así nosotros seguiremos bailando a su ritmo.