‘Demencia 21’, píldoras surrealistas directas a la conciencia

Vaya por delante que este firmante no es un experto en manga. Bien es cierto que he consumido sus buenas cantidades de páginas facturadas allá en el Imperio del Sol Naciente, que tengo mis autores y géneros favoritos; y siempre me encuentro dispuesto a devorar cualquier propuesta interesante que se me ponga por delante. Pero debe quedar claro que se me escapan muchos títulos de la inmensa producción nipona. De entre los nombres que se manejan por las baldas de mis atestadas estanterías, hay algunos que siempre hacen saltar las alarmas ante la más mínima señal de nueva obra. Por ahí suelen aparecer Junji Ito, Hideshi Ino, Suehiro Maruo o el siempre interesante Shintaro Kago que vuelve a estar de máxima actualidad en nuestro país gracias a la publicación por parte de Ponent Mon de su ‘Demencia 21’, un recopilatorio de relatos cortos en los que se hará una crítica social a través de un terror psicológico empapado de humor absurdo y surrealismo. Vale, creo que con esta descripción ya he captado la atención del respetable.

La obra de Kago siempre ha estado marcada por una serie de elementos característicos que la hacen rápidamente reconocible a cualquiera que se acerque a alguno de sus títulos. Enmarcada dentro del género ero guro (íntimamente ligado al erotismo y a la rama más decadente y corrupta de la sexualidad) no debe extrañarnos si presenciamos ciertas escenas en las que se mantienen relaciones entre personas humanas y todo tipo de criaturas monstruosas. Para situar el trabajo de Kago deberíamos coger componentes de lo mencionado un poco más arriba y añadir un estilo de dibujo tan detallista como claro, todo ello aderezado con la clarísima influencia de la obra de Dalí. En “Demencia 21” nos vamos a encontrar a Yukie Sakai, una asistente social cuyo trabajo consiste en visitar casas donde es necesaria su ayuda para cuidar a personas mayores y que puedan tener una vida normal en su día a día. Estas tareas serán valoradas por los usuarios gracias a un sistema informático, método por el que sus jefes sabrán si Yukie está cumpliendo con sus obligaciones. Todo marcha sobre ruedas para la joven asistenta (consiguiendo siempre la máxima puntuación) hasta que una de sus compañeras hará lo posible para que termine en las peores casas posibles, esperándole algunos de los casos más extraños y peligrosos con los que se va a encontrar a lo largo de su carrera.

A ver, ejemplos: casas en las que las personas mayores empiezan a multiplicarse de manera incontrolada, desapariciones inexplicables de asistentes que han estado ayudando a señoras de la tercera edad, reconciliaciones familiares imposibles que nos van a dejar con la boca abierta, ancianitas un poco especiales que están obsesionadas con la limpieza, poderes mágicos, seres del espacio exterior… Ustedes dirán si la cosa no pinta bien, no falta ni un solo elemento de esos que hacen especial a una obra. En principio, todos los relatos parecen ser autoconclusivos y no guardan relación unos con otros, pero al final de cada uno de los capítulos podemos leer un “continuara” que será clave para que la pobre Yukie vaya saltando de casa en casa a la par que se va creando una conexión entre todas a pesar del nivel de locura y desconcierto imperante. A pesar de lo que pueda pasar, el mangaka de Tokio aprovecha para tocar temas tan peliagudos como el envejecimiento de la población, las relaciones familiares con los mayores, la demencia senil, el suicidio, el derecho a tener una vida digna cuando alcanzamos cierta edad, el sexismo imperante en los trabajos relacionados con el cuidado de personas, la dependencia tecnológica y muchos otros que nos harán pensar acerca de la situación social actual. Todo ello ilustrado con el estilo realista y minucioso marca de la casa, algo a lo que nos tiene acostumbrado el bueno de Shintaro desde hace tiempo y que lo ha convertido en uno de los nombres más relevantes de la industria. El volumen se cierra con una interesantísima entrevista realizada por Gary Groth (uno de los jefazos de Fantagraphics) profusamente ilustrada con las portadas originales de cada una de las entregas. Must have se mire por donde se mire.

[Grade — 8,50]