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V. Kingdom Come

Cinco libros distópicos imprescindibles

Sonríe Big Brother, esto es una distopía

‘La Naranja Mecánica’, ‘Farenheit 451’ ‘1984’ o ‘Un mundo feliz’ han pasado a la historia de la literatura y la cultura popular como libros distópicos imprescindibles, obras de ciencia ficción que retratan un futuro muy alejado de los mejores deseos del ser humano y de cualquier tipo de optimismo científico. Usando la parábola, nos muestran lo que podríamos llegar a convertirnos, a veces como simple retrato de lo que somos y otras como medio para que intentemos cambiarlo.

Pero hay muchos más. La literatura distópica nunca deja de producir nuevas obras y mantiene además algunos clásicos que no son tan conocidos por el gran público pero que no por ellos son menos estimables. Hoy en Zona Fandom os recomendamos cinco libros distópicos que no deberíais dejar pasar.

‘Nosotros’, de Yevgeni Zamiatin

La influencia más clara del ‘1984’ de Orwell (y, por ende, de tantos otros libros que se miraron en el espejo del británico), ‘Nosotros’ es también la obra totémica del ruso Yevgeni Zamiatin y la que le valió la prohibición en la URSS durante 67 años (desde su publicación en 1921 hasta la relajación de maneras del gobierno Gorbachov en 1988).

‘Nosotros’ es una brutal fábula sobre cómo cualquier revolución política puede acabar convertida en pesadilla por culpa de la clases gobernante. La paranoia del Gobierno que muestra la novela es tal que los ciudadanos viven en casas de cristal para que siempre se pueda ver lo que están haciendo. Y ese “nosotros” que da título no es precisamente optimista: cuando sólo hay masa y ningún individuo puede ir por su propio camino, la represión es mucho más sencilla.

‘Guerra Mundial Z’, de Max Brooks

Si en la novela de Zamiatin el lector sabe quién ha mandado el mundo al garete, en la distopía de Max Brooks no, y en el fondo da lo mismo. ‘Guerra Mundial z’ recoge la tradición del subgénero de zombies para elaborar una novela sobre la estupidez humana y las pocas posibilidades de sobrevivir a un desastre mundial inesperado.

Construida en forma de obra coral (y oral), con una apariencia de verosimilitud perfecta, Brooks da voz a un torrente de personas que falsifican datos, cuentan la historia del lado que les conviene y ven más villanía en el resto de los seres humanos que en los millones de muertos vivientes que no dejan de alzarse. Arrebatadora y adictiva, ‘Guerra Mundial Z’ se merece el calificativo de clásico moderno.

‘Rascacielos’, de J.G. Ballard

Ballard es uno de los autores de ciencia ficción que mejor ha sabido retratar como la vida diaria, lo cotidiano del mundo moderno, está lleno de capas de mugre, de violencia y de deshumanización. Leer sus novelas acaba por hacerte mirar a los demás no ya como el enemigo, sino como una fuente de terror constante. Y en ‘Rascacielos’ (1975) no se anda con florituras.

En ella, Ballard narra la vida de los habitantes de un rascacielos de Londres, un edificio repleto de lujo y alta tecnología en el que los vecinos disfrutan de una vida relajada. Quizás demasiado. Poco a poco, cada uno de estos seres humanos se va entregando a orgías desenfrenadas que acaban por convertir el edificio londinense en una violenta jungla.

No es de sus novelas más alabadas, quizás porque Ballard está desatado y decide ser cualquier cosa menos sutil y reflexivo, pero ‘Rascacielos’ se basta y se sobra para defenderse a sí misma.

‘El rebaño ciego’, de John Brunner

En 1970, cuando el cambio climático aún no estaba presente en boca de todo el mundo, John Brunner imaginó un mundo devastado por un desastre ecológico de raíces humanas. ‘El rebaño ciego’ retrata un mundo en el que todo está contaminado y los gobiernos no pueden hacer demasiado para arreglar el desastre porque la supervivencia se ha convertido en el gran negocio.

Brunner da un salto al futuro más cercano (para nosotros, presente ya, porque ‘El rebaño ciego’ se ubica en el siglo XXI) para establecer una visión coral (a veces demasiado), en la que no interesan los personajes sino el ambiente, aterrador y apocalíptico, pero demasiado veraz como para desdeñarlo. Después de leer ‘El rebaño ciego’ es inevitable no pensar en lo afortunados de poder disfrutar un mero gesto como el de abrir el grifo del agua.

‘La tierra permanece’, de George Stewart

Vale, hemos aventurado una y mil veces qué pasaría si la humanidad se extinguiese, pero ya está aquí, ya ha llegado. George Stewart sumerge al lector de lleno en el adiós al mundo, en el momento en que todos dicen adiós: un virus ha mutado y se lleva por delante, a velocidad de vértigo, a cualquier persona. Sólo unos pocos sobreviven, inmunes a esa enfermedad, pero no son suficientes.

Sí, sé lo que estáis pensando: “hemos leído mil historias como está”. Pero no: George Stewart afronta la extinción y la posterior reconstrucción del mundo desde una óptica muy distinta. ¿Qué pasaría si, después de ver morir a todos los suyos, los que sobreviviesen no tuvieran ganas de intentar caminar hacia el futuro, de tratar de reconstruir el mundo en el que habían vivido?

(Recordad que, si lo que queréis es cine, ya hicimos un especial Cine Distópico)

Foto | Gaelx en Flickr

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