‘Rumble Volumen 6: Último Caballero’, hasta aquí las andanzas de nuestro espantapájaros favorito

Pues nada señores, parece que ha llegado el momento de derramar una lagrimita ya que este ‘Rumble Volumen 6: Último Caballero’ supone el cierre y finalización de una de las series más entretenidas que hemos podido leer recientemente. Han sido seis entregas en las que se han hecho extraños compañeros de viaje, para empezar, su protagonista Rathraq. Es un indicativo bastante fiable el poder leer todas las opiniones, de crítica y aficionados, alabando las virtudes de una colección que se ha hecho un hueco entre la gigantesca oferta comiquera que cada mes adornan las estanterías de las librerías especializadas. Ha sido una travesía llena de peligros y de buenos momentos, que además sufrió el temido cambio de dibujantes a mitad de camino pero que no se resintió ni un solo ápice (cambiar a James Harren por David Rubín es plantearse el típico “¿A quién quieres más? ¿A papá o a mamá?”). Demos paso pues a la despedida del carismático dios guerrero sin alma.

Para este último arco argumental no se ha escatimado en el nivel de amenaza al que tendrá que hacer frente el bueno de Rathraq ya que la amenaza que se viene encima es para ponerse algo nervioso. Se avecinan cambios ya que los caballeros de las plagas se encuentran sembrando el terror y el caos en la Tierra a base de guerras, hambrunas y enfermedades, monstruosas criaturas que irán desfilando con la sana intención de aniquilar nuestro planeta. Evidentemente, la desesperación invadirá a todos los ciudadanos del planeta y, lo que es más preocupante, parece que el poder de nuestro espantapájaros favorito no será suficiente para frenar este apocalipsis. Vale, ¿hemos tocado fondo y la situación no puede ser más desesperante? En un comic como este no podemos decir nunca hasta aquí hemos llegado ya que las sorpresas se suceden unas detrás de otra. Por ejemplo, la magia de Cogan parece que se muestra ineficaz contra todos esos villanos, así que toca replegarse o esperar tragedia. ¿O no? El desenlace de la historia estará repleta de giros y aliados completamente inesperados.

Buena culpa de todo esto la tiene el guionista de la serie, el veterano John Acurdi, un tipo que siempre ha sabido encandilar a los aficionados y que aquí parece haber encontrado la fórmula para brillar de lo lindo. Sus textos, aliñados con bizarradas absolutamente delirantes, te atrapan desde el principio y te llevan en volandas hasta que se cierra el tomo. El haber participado en la creación de un personaje como «La Máscara» puede haber influido algo. Prepárense para momentos metafísicos, cósmicos, divinos, infernales y metarreferenciales al mismo comic. Sí, seguimos en “Rumble”, no hemos cambiado el tomo por uno de “La Patrulla Condenada” de Grant Morrison. Nadie mejor que nuestro David Rubín para ilustrar ese delirio de manera impecable. A estas alturas de la película no vamos a descubrir la calidad de los lápices del gallego, la composición de sus páginas ayuda a meternos de lleno en ese mundo oscuro y abominable, siendo la caracterización de sus personajes uno de los puntos fuertes del tebeo. El equipo que forma junto al colorista Dave Stewart se muestra como la mejor opción para hacer que la calidad del comic sea notablemente alta, acertando de lleno en la atmósfera de este particular universo. Han sido seis volúmenes que han dejado muy buen sabor de boca, con un final sin estridencias y muy acorde al resto de la obra. ¿Qué más podemos pedir hoy en día? Se te echará de menos, Rathraq.

[Grade — 8.50]