‘Isabellae 1. El hombre noche’, de magia y samuráis

Poder leer un cómic como ‘Isabellae’, que mezcla aventuras, magia y acción maclando dos mundos tan diferentes como el celta y el feudal nipón, debería ser motivo suficiente de regocijo para cualquier tipo de lector de cómics, ya que lo que nos ofrece esta entrega inicial de un primer arco argumental que quedará completado con dos álbumes más, tiene de todo para todos los gustos, incluso aquellos amantes del género superhéroico a los que la expresión «álbum europeo» les produce urticaria.

Pero añadido a lo anterior, hay algo que justifica sobradamente la compra de este álbum, y eso es el que venga firmado por dos autores españoles que, para colmo, tienen unos antecedentes que se mueven entre lo espléndido y lo brillante. Al primer epíteto se ajustaría lo que Gabor, en una vertiente de dibujo mucho más caricaturesca que la que le podemos ver aquí, nos regalaba junto a Díaz Canales en la desopilante ‘Los Patricios’, publicada por Dib-buks. En lo que a Raule se refiere, sólo mencionaré un título que habla por sí mismo, ‘Jazz Maynard’.

Huelga pues afirmar que la combinación de ambos talentos da como resultado un cómic que no sólo deja con ganas de más —unas ganas que quedarán saciadas en parte, y sólo en parte a tenor de los comentarios que Raule y Gabor han dejado por aquí— sino que se alza como una de las lecturas más estimulantes que hemos podido hacer de cómic europeo en este 2013.

Girando en torno a la protagonista, hija de un samurai y una irlandesa, la historia que aquí traza Raule recoge los mejores elementos de tan distintas tradiciones culturales, funcionando a la perfección como una suerte de vuelta de tuerca sobre los relatos de ronin al tiempo que es fiel al espíritu de las magias célticas y los misteriosos poderes que ellas envuelven. Un conjunto que ya de por sí sería espléndido y a cuya configuración se añaden algunas pinceladas de humor y un sentido de la aventura especialmente elocuente. Si e ello sumamos el soberbio trabajo de un Gabor que, como decía, se ha reinventado por completo —atención al espectacular uso que hace el artista del color— tenemos en nuestras manos un título con un potencial abrumador. Esperemos que no sucumba a él.