Abocetando y generando gran cantidad de imágenes que terminarían siendo trasladadas al papel en años —y películas— posteriores, podríamos definir como clave para la aparición del personaje de Nausicaä el momento en el que ‘Animage’, famosa revista de anime y manga nipona, le dedicó un monográfico al artista en diciembre de 1981, abriendo así una próspera relación entre Miyazaki y el grupo editorial Tokuma Shoten.
Queriendo apoyar el despegue definitivo de la carrera de Miyazaki como director, el redactor jefe de la revista escuchó algunas de las propuestas que éste tenía en mente, llamándole la atención poderosamente una de ellas acerca de una joven —una de las constantes de los filmes de Ghibli siempre ha sido el venir protagonizadas por heroínas que, en el 90% de los casos, son la antítesis del modelo de princesa Disney y se establecen como mujeres de carácter completamente independientes y que no necesitan de la presencia de un príncipe azul para completar su significado— que habitaba en un mundo post-apocalíptico en el que la naturaleza amenaza con destruir la vida humana.