Nos encontramos ante un nuevo ejemplo de la fiebre por el coleccionismo. Ayer se vendió en Nueva York un ejemplar del primer número de ‘Action Comics’ por un millón de dólares. Este cómic, publicado originalmente en junio de 1938 a un precio de 10 centavos de dólar, supuso la primera aparición de Superman, y su portada se ha convertido ya en un clásico de la historia del 9º arte, que ha sido reproducida, imitada y parodiada hasta la saciedad.
La venta se realizó a través de la web ComicConnect.com, cuyo director, Vincent Zurzolo, no ha querido desvelar la identidad del comprador. Sólo declaró que es un coleccionista que lleva veinte años comprando cómics y que es un gran aficionado a Superman (ya puede serlo, ya). Esta cifra supera con creces la última que se había pagado por otro ejemplar de ‘Action Comics’. En esa ocasión, el comprador fue John Dolmayan, batería del grupo System of a Down, que pagó 317.200 dólares por él en marzo del año pasado.
Esta diferencia abismal en el precio se debe al diferente estado de conservación de los ejemplares. Para medir este estado, Stephen Fishler (fundador de Metropolis Collectibles) creó una escala del 1 al 10, siendo el 10 el estado óptimo de conservación (vamos, que prácticamente ni se haya abierto el tebeo para leerlo). El cómic que se vendió ayer obtuvo una puntuación de 8, mientras que el que compró Dolmayan tenía un 6.
Al parecer, apenas queda un centenar de ejemplares de ‘Action Comics nº1’ en el mundo, y si atendemos sólo a los que estén en un decente estado de conservación, el número se reduce muchísimo. ComicConnect ya ha anunciado que tiene previsto subastar otro ejemplar de este mismo cómic en una puja que comenzará el próximo 26 de marzo y que terminará el 9 de abril. Eso sí, su puntuación en la escala apenas llega al 3.
¿Estamos ante una locura o ante una genuina pasión por los cómics? Sinceramente, yo creo que si tuviera ese dinero tampoco me lo gastaría en uno de estos ejemplares, y no sólo porque Superman no se cuente entre mis personajes favoritos. Creo que sería más útil emplear esa pasta en comprar originales de mis dibujantes predilectos, clonar a Will Eisner o contratar a algún sicario que le dé su merecido a Joe Quesada y Dan DiDio.
Vía | El País
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