'Succión. El estatus de Basil', viaje al centro de la líbido

Al hablar de más de una película, libro o similar es fácil decir que es un viaje. Un viaje emocional, un viaje de aprendizaje, un viaje hacia el lado más oscuro del ser humano…hay para elegir. Es una analogía sencilla, hasta elegante, en la que resulta fácil caer sin darnos cuenta. Y no seré yo la que diga nada en su contra, porque también me he encontrado más de una vez usándola, a veces de un modo bastante gratuito. Pero claro, no es lo mismo una odisea a lo Fitzcarraldo o de estilo Indiana Jones que bajar al súper a comprar el pan, por mucho que eso suponga un viaje iniciático para el personaje porque le conecta con sus raíces familiares de consumidores de cereales. ¿Lo veis? ‘viaje iniciático’. He vuelto a caer. Pero en el caso de una historia como la que presenta ‘Succión‘ pocos términos se me antojan más adecuados para hablar del periplo de un ser prácticamente surgido de la tierra de un entorno salvaje y primigenio que se enfrenta a todo lo que la civilización puede ofrecerle, para bien y para mal.

La trama, surrealista como pocas, me atrevería a decir incluso inconexa, nos presenta a un extraño personaje que tras abandonar su mundo subterráneo, emerge a una gran ciudad en la todo es apabullante y sorprendente. En ella encontrará de todo, desde el dolor y la enfermedad hasta el sexo, con buenas personas que querrán ayudarle y otras que intentarán aprovecharse de él, pasando incluso por alguno que le confunde accidentalmente con un pederasta o los que uno día le adoran y dos días después ni tan siquiera lo recuerdan. Un delirante mundo que deja tan confuso a nuestro protagonista como a un lector para el que cada página es una sorpresa, hasta ese auténtico derroche de sexualidad malsana ante la que el personaje no sabe si resistirse o dejarse llevar y que va a dar pie a un desenlace que cierra tantas puertas como abre.

Pero esta historia, lejos de un argumento al uso y que en su mayoría es prácticamente un relato mudo, no sería nada sin su dibujo. Si el argumento puede clasificarse casi de pesadilla alucinógena su apartado gráfico no sólo se ajusta perfectamente a ello sino que se erige en una auténtica delicia visual poblada por personajes mutables y especies desconocidas. Recreándose en texturas y fondos, con un estilo terriblemente personal entre lo caricaturesco y lo abstracto nada hay estable en sus páginas. Pasando del detalle a la multitud es imposible no quedarse embobado perdido entre los detalles de cada viñeta de este entorno irreal que nos envuelve. Claro que siempre nos quedará la duda de cómo habría sido el resultado de haber sido publicado en color, y de que paleta habría podido ajustarse a un universo como este.

‘Succión. El estatus de Basil’ es una pequeña joya del cómic underground y una de las obras cumbres de su autor Dave Cooper. La reedición que nos presenta La Cúpula es una magnífica oportunidad para descubrir un cómic cuya trama puede cautivar más o menos pero que sorprende, y lo hace sobre todo gracias a ese dibujo que, abandonando todos los cánones, resulta sencillamente espectacular, dejando huella en el lector. De lo erótico a lo moralizante, entre la inocencia y la perversión el viaje de Basil es toda una experiencia psicodélica a ratos incómoda, pero a la que merece la pena unirse. Pero eso sí, no hay que preguntarse que hay que llevar de equipaje: es casi imposible llegar preparado para ello.