Tras su divorcio, Alberto se encuentra desubicado: no puede ver a sus hijas y su vida ha perdido el rumbo. Será por una casualidad que se volverá a encontrar con sus amigos de juventud y retomará una afición que llenó muchas de sus tardes: los juegos de rol. Este espaldarazo anímico será lo que ayude al protagonista a seguir adelante.
Josep Busquet (Pollo letal, Con uno basta o Manticore) y Pere Mejan, que ya habían trabajado juntos en la bien recibida La revolución de los pinceles y tocando el género fantástico en Fargons and Gorgons, vuelven a unir sus fuerzas en esta historia, Puntos de experiencia, que tiene como eje central una afición cada vez más en declive pero que fue un nexo de unión de muchos jóvenes antes de que los juegos online se populizaran: los juegos de rol.
Y no hablo ni de World of Warcraft, ni de Warhammer, ni siquiera de HeroQuest. Ni de cartas de Magic o de juegos de tablero de Cthulhu. Hablo de juegos de rol, de los de leer manuales enormes, hacer fichas, y jugar sentados alrededor de una mesa con todo tipo de dados y aperitivos, sin más instrumentos que unos lápices, gomas y papeles. Supongo que sabréis a lo que me refiero.
Puntos de experiencia es un tebeo que todo jugador de rol debería leer. Se nota que los autores tienen conocimiento de causa a la hora de hablar de ellos. La obra puede entenderse como una historia en la que, a través del juego, el protagonista, Alberto, se reencuentra con sus amistades y es capaz de seguir adelante con su vida. Pero será el jugador habitual de rol el que entenderá todas las anécdotas, asentirá con la cabeza con los comentarios de los personajes, o revivirá momentos muy parecidos a su experiencia.
Como digo, uno se siente identificado con muchas de esas pequeñas anécdotas: el titubeante inicio cuando los jugadores tienen que pagar para comprar un libro que alguien les asegura que será un juego divertidísimo, los típicos jugadores aferrados siempre a un mismo tiempo de personaje, la persistente habilidad de los jugadores para dinamitar la partida del director de juego, la superstición a la hora de tirar determinados dados, el miedo de algunos padres por una afición incomprendida. Todos los que hemos jugado a rol hemos pasado por esos momentos.
Pero lo más importante, creo, es ver cómo el protagonista es capaz, a través de esa antigua afición y de sus amigos, de tomar las riendas de su vida y volver a afrontarla con optimismo.
Visualmente, Pere Mejan está impecable como siempre. Su dibujo se adapta muy bien a las necesidades de la historia, y tanto destaca en las situaciones realistas como lo da todo en las ambientaciones fantásticas, en las que sobresale. Busquet firma un guión que, aunque creo que podría haber sacado aún más punta a las situaciones roleras, hace lo posible por no estancarse en el tema friki para contar una historia por encima de éste, haciendo la obra más accesible a todo tipo de público.
En Fancueva | Los Juegos de Rol: ¿Por donde empiezo?
- Autores: Josep Busquet y Pere Mejan
- Editorial: Dibbuks
- Encuadernación: Cartoné
- 90 páginas. Blanco y negro.
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