‘OMAC: Un Ejército de un Solo Hombre’, en lo más alto

Lento pero seguro. Esta es la política de publicación en cuanto a clásicos que está siguiendo a rajatabla los chicos de ECC, una decisión algo polémica entre los aficionados de siempre, esos que desearían poder tener la misma facilidad y cantidad de obras imperecederas que los vecinos de la casa de al lado. Si a esto sumamos todo el tema relativo a los famosos crowdfundings, la situación es algo extraña, la verdad. Pero bueno, cada uno en su casa sabe lo que mejor funciona y, como es evidente, no van a querer lanzar piedras contra su propio tejado, siempre se decidirá la mejor y más beneficiosa forma de publicación para ellos. Sea como fuere, todas esas obras inmortales de DC Comics nos van llegando con cuentagotas y, como no podía ser de otra manera, uno de los autores que más suerte ha tenido es El Rey, un Jack Kirby del que ya hemos podido disfrutar títulos como “The Demon”, “El Cuarto Mundo”, “Kamandi” o el más reciente, este ‘OMAC: Un Ejército de un Solo Hombre’, obra que cuenta con cincuenta años a sus espaldas y, por fin, podemos disfrutarla en condiciones, en una magnífica edición por parte de ECC que hace justicia a uno de los personajes más originales de la Edad de Bronce. 

Ya saben que, con Kirby, uno puede esperar cualquier cosa, el torrente de imaginación que demostraba en cada una de sus obras podía llegar a volarle la cabeza al más pintado. No iba a ser menos con este “OMAC”, una premisa que recuerda a algunas creaciones del Rey como el Capitán América, en concreto a una versión futura del Capi que se sacó de la manga durante su estancia en La Casa de las Ideas. Le toca el turno ahora a Buddy Blank, un mozo de carga que trabaja en la fábrica de seres artificiales Pseudogente Inc., un don nadie al que nadie respeta y que pasa completamente desapercibido para el resto de compañeros. Situación que cambia por completo con la aparición de La Agencia por la Paz Mundial que lo elige para que se convierta en un ejército unipersonal por obra y gracia de un rayo enviado por Hermano Ojo, un satélite perteneciente al Proyecto OMAC del profesor Myron Forest. Casi nada. Toda una ráfaga de ideas locas que no se quedan ahí, en la presentación del personaje principal, a estas se van sumando otras más para hacer de la lectura una experiencia de lo más delirante. ¿No se lo creen?

Si el hecho de contar con una fábrica donde se crean personas artificiales no les parece lo suficientemente original y visionario (estamos ante unos tebeos que vieron la luz allá por el año 1974) a ver qué les parece la presencia de traficantes de recursos que empiezan a escasear, millonarios que alquilan ciudades como sitios de esparcimiento personal, películas interactivas o músicos a los que se les otorga espacios públicos para que puedan construir pirámides. Señoría, no haré más preguntas. Y todo ello en una colección que muchos etiquetan como “de segunda” ya que Kirby empezó a publicarla tras la cancelación de “The Demon” para poder llegar a las quince páginas semanales que estipulaba el contrato con la editorial. Para todos aquellos que sigan la actualidad de la editorial de Burbank, sabrá que muchos de los conceptos creados por The King siguen más vigentes que nunca y los autores más actuales siguen exprimiendo en sus tramas todas estas ideas. En cuanto al apartado gráfico de la serie poco podemos añadir a todo lo que se ha escrito hasta el momento, puro Kirby desatado, una explosión de creatividad, dinamismo y fuerza que, desgraciadamente, no tuvo más continuidad, el octavo número supuso el final para OMAC ya que el bueno de Jack regresaba a Marvel y DC decidió cerrar la serie debido a su escaso éxito de ventas. Un mal menor que no impide lo más mínimo el poder disfrutarlo en todo su esplendor hoy en día. 

[Grade — 8.50]