Ya era un título del que llevaba tiempo pendiente en cuanto se anunció al otro lado del Atlántico. No porque conociera la obra de Jordan Crane y llevara esperando como agua de mayo su nueva propuesta en viñetas, sino porque, en el repaso mensual que suelo hacer de lo que se va a publicar en Estados Unidos —y ahí, de un tiempo a esta parte, se ha hecho indispensable la ayuda de Omar, la voz principal del canal Near Mint Condition de Youtube— me llamó muchísimo la atención lo que pude descubrir de esta novela gráfica que, esperando en la cola de mi larga lista de deseos —que este 2023 se ha centrado mucho más en el material francés que en el yanqui—, ha terminado en mis manos en la preciosa y cuidada edición que La Cúpula le dedicaba el pasado noviembre. Una edición de esas que demuestra, una vez más, el sumo cariño que pone la veterana casa catalana en aquello que termina formando parte de su catálogo y que parecía preludiar —soy el tonto de las encuadernaciones que se salen de la norma y el canto redondeado de esta era algo sublime a mis ojos— una lectura que, potente, no ha terminado de calar tan hondo como esperaba en mis filias tebeísticas: no me malinterpretéis, esto no quiere significar, ni mucho menos, que vaya a afirmar con contundencia que ‘No te vayas‘ es uno de esos instantes en viñetas de los que debéis huir o al que, si eso, acercaros con cierta prudencia. Antes bien creo que el que no haya calado como esperaba ha dependido sobremanera de que el momento en que lo leí, por lo que fuera, no era el adecuado.
Y es que, sin lugar a dudas, la carga emocional que preña las más de 300 páginas que conforman ‘No te vayas’ es de esas que hay que estar bastante preparados para poder hacer frente, máxime si uno está metido en una relación amorosa y puede identificarse con el planteamiento base que Crane hace en su propuesta: el que, ante la ausencia del ser querido, por momentánea que sea, nuestra imaginación vuele a los lugares más terribles cuando no sabemos dónde se encuentra y si le ha pasado o no algo. Con esa premisa, el autor monta un relato en el que el sentimiento de «culpa» y los remordimientos por no haber gestionado bien según que instantes en su relación son el detonante que marca el sufrimiento paulatino al que se somete el protagonista, torturándose cada vez más mientras su pareja, ajena, simplemente ha salido de compras y se ha entretenido en las mismas. Quizá sea que, llegado a un punto, el artista intenta estirar demasiado el invento; que se hace complejo en no pocas ocasiones diferenciar que es ensoñación y qué realidad —no hay diferencia alguna en el tratamiento de las viñetas y depende casi por completo del lector el atinar en cómo separarlas— o que, como fue mi caso, la conexión emocional con él no llegó a tener lugar, al menos no con la intensidad que, creo, hubiera sido necesaria; pero lo cierto es que, más que una imprescindible empatía, lo que despertó en este redactor la lectura fue cierta antipatía hacia el egoísmo y la forma de tratar a su pareja que gasta el protagonista. Entiendo, por supuesto, que era algo buscado para que la catarsis final funcionara con toda su fuerza, pero es el riesgo de acercarse a una lectura que juega con las emociones, que a veces conecta…y a veces no.
No te vayas
- Autores: Jordan Crane
- Editorial: La Cúpula
- Encuadernación: Rústica
- Páginas: 324 páginas
- Precio: 27,90 euros