Hoy en día Neil Gaiman goza de buena fama y reconocimiento tanto entre los fans como entre la crítica comiquera e incluso literaria. Y desde luego todo viene desde una obra con la que se lanzó al estrellato, una obra altamente recomendable para todo el que le guste el cómic. Un cómic que surgió como una de las bases fundamentales de los inicios del incipiente sello Vertigo. Sello que se ha convertido en absoluta referencia para quien busca obras más adultas y que arrolló en esa primera época a la respuesta de Marvel en forma de sello Epic y que ha tenido más de un intento fallido de recuperación.
Supongo que con esta introducción ya habéis podido averiguar que la escena de esta semana está cogida de ‘The Sandman’ una serie de 75 números que este año cumple 20 años desde su aparición. Bueno, sin entretenerme más vamos a introducirnos de lleno en la escena que quiero resaltar en esta ocasión, que está incluída en el número 4 de la serie regular de ‘The Sandman’.
‘The Sandman’ 4
Bueno, pues para los que no conozcais la serie deciros que ‘The Sandman’ narra, principalmente, las andanzas de Morfeo, también conocido como Sueño, de los Eternos que regresa a su reino tras setenta años de cautiverio. La serie abarca un sinfín de géneros, predominando el terror y la fantasía aderezada con mitología de todo tipo (grecorromana, celta, nórdica, judeocristiana…) tejiendo historias muy buenas y altamente interesantes. De hecho practicamente desde el primer número nos presenta personajes, que en su momento parecen “extras” por así decirlo, que tendrán una importancia en alguna de las tramas o en la serie en general.
En ‘Preludios y Nocturnos’, arco que comprende los siete primeros números, vemos cómo Morfeo se libera de su cautiverio y emprende la recuperación de su Reino y los tres objetos de poder: la bolsa de arena, el amuleto y el yelmo. Y es en este objeto en el que nos detenemos, ya que es el motivo de la escena elegida en esta ocasión.
Como decía, nos encontramos en el número 4 de ‘The Sandman’ con una historia escrita por Neil Gaiman y dibujada por Sam Kieth titulada “A Hope in Hell” (Una Esperanza en el Infierno). Morfeo ha descubierto que su yelmo se encuentra en el infierno, bajo el poder de uno de los demonios. Es entonces cuando el Eterno baja al averno y descubre al que usurpó su yelmo, Choronzon, aunque para recuperarlo tendrá que ganar en un desafío que reproduzco a continuación.
Desde luego que es uno de los mejores momentos que he leído en la colección. Ver cómo poco a poco van creando situaciones más grandes para que cuando parece que está todo perdido Morfeo dé el golpe final. Una batalla cuya moraleja es eso, aunque nos encontremos en una situación imposible siempre quedará la esperanza.
PD. Podéis encontrar este número en ‘The Sandman: Preludios y Nocturnos’ de Norma y en ‘The Sandman’ #2 de Planeta. Por cierto, si podéis haceros con la edición Absolute que sacó DC hace un par de años no os arrepentiréis (yo me tengo que poner babero cada vez que lo cojo).
Los comentarios están cerrados.