'Guerreros Secretos', triunfo y tragedia en manos de Hickman

El cómic de espionaje, dentro de mundos eminentemente superheroicos, es una de esas asignaturas pendientes en las dos grandes. Evidentemente siempre ha habido buenos ejemplos, pero son por lo general cómics que no duran demasiado a pesar de su evidente calidad. El último ejemplo lo hemos tenido con ‘Guerreros Secretos‘ (‘Secret Warriors’) cuyo vigesimooctavo y último número salió publicado el pasado mes de febrero en España (editado por Panini).

‘Guerreros Secretos’ es un cómic de espionaje y de acción ante amenazas terroristas que nos devuelve a Nick Furia. La serie está creada por Brian Michael Bendis (quien creara junto a Alex Maleev al grupo durante los eventos de Invasión Secreta) y Jonathan Hickman, quien asumiría las labores de guión tras el primer arco y nos mostraría qué relación hay entre elementos tan históricos en este sector de Marvel como Hydra, SHIELD y Zodiac, entre otros muchos.

Furia contra Hydra

La colección de ‘Guerreros Secretos’ comienza dejándonos claro que vamos a entrar en un juego peligroso, cosa que hay que poner en contexto. Nos encontramos con el mundo en el que Norman Osborn es el dueño del cotarro tras los eventos que siguieron a ‘Invasión Secreta’, ‘Reinado Oscuro‘. Osborn logra que eliminen a SHIELD del mapa y monta la alternativa de defensa HAMMER mientras, además, controla su propio grupo de Thunderbolts y lidera sus propios Vengadores Oscuros. En este contexto, en el que ya no se sabe bien quienes son los buenos y quienes son los malos, es cuando Nick Fury decide salir a la luz tras llevar una temporada en las sombras (prácticamente desde que se tuvo que ir tras ‘Secret War’).

Y nos encontramos con que Nick Furia ha montado un equipo de Guerreros Secretos, jóvenes con poderes que están «fuera del mapa» (caterpillars) para operaciones de reconocimiento e infiltración en agencias como HAMMER y organizaciones como Hydra y Leviathan. De hecho el número uno comienza con una de estas misiones, en la que el equipo dirigido por Daisy Johnson (Earthquake, poderes sísmicos) se ve envuelto en una lucha con fuerzas de Hammer e Hydra, demostrando la probable relación entre ellas. Este grupo, que ya vimos durante ‘Invasión Secreta’ está formado por Alex (Phobos, hijo de Ares), Yo-Yo Rodríguez (Velocidad), Sebastian Druid (magia), J.T. James (carga objetos con fuego), Jerry Sledge (superfuerza) y Eden Fesi, discípulo de Pórtico.

Fury quiere aprovechar que, por primera vez desde que empezó, Hydra está en su momento más débil para destruirla definitivamente. Y lo hará con ayuda tanto de sus guerreros secretos como de la nueva encarnación de los Comandos Aulladores capitaneados por Dum Dum Dugan, Gabe Jones y compañía a los que revelará que ha descubierto que SHIELD forma parte del organigrama de HYDRA. Fury comienza una guerra abierta contra la HAMMER de Norman Osborn e HYDRA; guerra durante la cual aparecerá un nuevo jugador en escena: Leviathan, una organización soviética que llevaba años inactiva.

Así pues nos encontramos con un juego de espías, terroristas y milicias en el que Nick Fury intentará hacer lo que no pudo realizar en su mandato como agente y director de SHIELD. Derrotar a las principales amenazas del mundo. Pero no será nada fácil ya que a lo largo de los veintiocho números de ‘Guerreros Secretos’ veremos cómo las cosas no son llegar y besar al santo, sino que hay que sufrir, hacer sacrificios y llorar dolorosas pérdidas.

‘Guerreros Secretos’, sensacional y complejo cómic

Ya lo habéis visto a través del apartado anterior de este análisis: ‘Guerreros Secretos’ no es una serie fácil de resumir. De hecho tiene un planteamiento muy complejo, con muchas facciones y frentes que se abren en los primeros números y un porrón de personajes casi desconocidos para nosotros, y en esos primeros números puede que andes un poco perdido. Pero Hickman logra ser todo lo claro posible y vemos bastante bien definidas las piezas del juego.

Por cierto, parece ser que Hickman tenía pensada desarrollar esta historia durante sesenta números, pero por razones editoriales la tuvo que comprimir en 27 (que después serían 28). Hecho que se nota, sobre todo, durante los dos últimos arcos: ‘Noche’ y ‘Círculos dentro de Círculos’ donde se ven muchos conceptos (como los otros equipos de Fury, la guerra entre Hydra y Leviathan) que se desarrollan vertiginosamente, viéndose que podría dar hasta para nuevas miniseries paralelas y algún que otro spin off.

Los que estéis leyendo ‘Los 4 Fantásticos‘ de Jonathan Hickman, veréis que es un guionista que planifica mucho sus historias y que va plantando y entrelazando las tramas tranquilamente, hasta ir encajando las piezas en el tapiz final. ‘Guerreros Secretos’ también está planteada y realizada de esta forma aunque debido a las circunstancias de la etapa Marvel en la que le tocó nacer (Reinado Oscuro), mucho de la razón de ser de la serie dependía de cómo se desarrollara la etapa. Por lo que la llegada de la Edad Heroica marcaba un punto en el que tocaba ir cerrando la serie.

La peor pega de ‘Guerreros Secretos’ viene por la irregularidad en el dibujo, con Stefano Caselli y Alessandro Vitti de dibujantes «titulares» y diversos sustitutos a lo largo de la serie: McGuinnes, Gugliotta, Colak, Marquez… vamos que ha habido momentos, sobre todo en el penúltimo arco que no había ningún tipo de consistencia artística de un número a otro. Tanto Caselli como Vitti son grandes dibujantes, aunque personalmente no me termine de gustar el estilo de los italianos, pero el resto no pasan de mediocres.

En definitiva ‘Guerreros Secretos’ es una serie que roza lo excelente. Comenzando con ‘Nick Furia, Agente de Nada’ y terminando con ‘Círculos dentro de Círculos’ hemos leído una colección repleta de acción y desesperación. Una maravilla de serie del que la única cosa mala ha sido que haya terminado. Si tenéis oportunidad no lo dudéis, haceros con la colección completa en cuanto tengáis oportunidad.

FICHA TÉCNICA: Guerreros Secretos