‘X-Men orígenes: Lobezno’ viene de lejos. Largo tiempo ha pasado desde que se anunciara por primera vez el proyecto de que narraría los orígenes de algunos de los mutantes aparecidos en la trilogía cinematográfica de X-Men. Cuando saltaron a la luz las primeras noticias que hablaban de una precuela, y a la vez spinoff, centrada en Lobezno y otra en Magneto.
Ya comenté en su día que el proyecto que Marvel está planteando en el cine resulta de lo más atractivo. Por un lado creando películas de algunos de sus héroes (Iron-Man, Hulk, Thor, Capitán América) para luego unirlos en una única película, ‘Los Vengadores’, tal como ocurrió en si día en el mundo del cómic. Con X-Men ha pasado lo mismo, y la inversa que en ‘Los Vengadores’. Primero los personajes nacieron en las páginas de una cabecera que los unía a todos, y paulatinamente estos se iban independizando en sus propias colecciones individuales. Ahora eso se ha trasladado al cine y he aquí el primer resultado de este despiece también en la gran pantalla, ‘X-Men orígenes: Lobezno’.
Claro como el agua estaba el hecho de que Lobezno iba a ser el primer personaje en conocer la aventura en solitario. Por un lado porque es uno de los estandartes de los X-Men y por otro debido a Hugh Jackman, que saltó a la fama encarnando a este personaje y con razón. Jackman consiguió en su día dar su propia personalidad a Logan, creando uno de los héroes más carismáticos (si no el que más) de cuantas adaptaciones comic-cine se han hecho hasta el momento, así que lo único que tenía que hacer en esta ocasión era disfrutar y dejarse llevar.
Lástima que el único que disfrute de la película sea él, porque lo que es el resto del producto, deja bastante que desear. No me refiero que la película sea deficiente a la hora de adaptar los personajes del cómic, que lo es (aunque no conozco tan a fondo el universo Marvel como para saber hasta que nivel), sino que ya por si sola es una obra tremendamente floja, ridículamente simple y en ocasiones aburrida.
La trama se puede resumir en una sola frase, Lobezno busca venganza contra los asesinos de su novia. Novia que parece en cierto momento por azares del destino, sin que nos cuenten de dónde sale ni cómo se conocieron. Gavin Hood, un director muy alejado del género de acción pero más cercano en su faceta de actor, sigue a rajatabla el libro no escrito de los clichés cinematográficos, escrito por todas las mediocres cintas de acción que llevan poblando nuestras pantallas desde los años ochenta. Nada destaca en ‘X-Men orígenes: Lobezno’, salvo el mencionado carisma de Jackman y muy poco más.
De los personajes secundarios sólo cabe salvar a Dientes de Sable, interpretado por un inspirado Liev Schreiber que a pesar de tener un físico algo alejado al del feroz mutante, consigue, al igual que Jackman, darle su propio toque y poner al original aparte sin que exista conflicto entre los dos.
Para nada se puede decir lo mismo de Masacre y Gámbito. El primero ha sido mutilado con premeditación, a sabiendas de que es uno de los personajes marvelianos más queridos por todos los aficionados. Ryan Reynolds lo único que hace es lucir palmito y SPOILER pretender “homenajear” la incontinencia verbal tan característica del original en una triste escena en un ascensor. FIN SPOILER Mientras tanto, Gámbito, interpretado por Taylor Kitsch, conserva en el fondo su chulería, pero los artificios que le rodean son exagerados por momentos y hacen que nos recorra un “¡Anda ya!” por todo el cuerpo, a pesar de que estamos hablando de una película en donde se pueden tomar ciertas licencias gracias a los poderes mutantes.
Y del resto no se puede decir mucho porque realmente no pintan casi nada en la cinta. Ni siquiera un joven Cíclope ni Emma Frost hacen méritos para ganarse presencia en la película. Francamente no sé que llevó al estudio a poner a estos dos personajes en el cartel de la película como si pintaran algo realmente en la película. Una jugada trampa de marketing para atraer a los fans de Marvel que desean ver sangre nueva en las películas que adaptan sus queridos cómics.
En definitiva, ‘X-Men orígenes: Lobezno’ es un producto que decepcionará a los que disfrutaron de la trilogía cinematográfica de X-Men. Baja mucho el listón y para nada hace justicia al trabajo realizado por Hugh Jackman hasta el momento. Si alguien la ve buscando una película simple de acción sin trama ni personajes elaborados, es posible que obtenga algunos minutos de entretenimiento de mala calidad, pero nada más se puede sacar de ella.
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