El mes de Septiembre, que ya nos está abandonando, es uno de esos meses repleto de tópicos. La vuelta al cole, el síndrome post-vacacional y, mi favorito, la avalancha de coleccionables que abarrota los quioscos. Hace bastantes años era fan de este tipo de difusión de «conocimientos», pero conforme ha madurado mi mente, me he dado cuenta que el 90% de estos coleccionables son un auténtico pozo en el que la gente arroja cantidades ingentes de dinero sin obtener casi beneficio propio. Aunque, como todo, siempre hay excepciones.
Este año han sido unas pocas colecciones las que me han llamado la atención. Por suerte o por desgracia, no voy a poder completarlas, así que he hecho como la inmensa mayoría de la gente, he comprado el primer fascículo y casi me he olvidado del resto. Y digo casi porque he querido mostrar aquí la impresión que me ha dado cada uno. El primero que quiero destacar (porque soy fan aférrimo) es el coleccionable Star Wars: Naves y Vehículos.
El gran handicap de este coleccionable es que explota dos facetas clave del fandom, Star Wars y las miniaturas, lo cual hizo que se agotará rápidamente en casi todos los quioscos. Buena jugada de Planeta, darle a los frikis lo que quieren. Así que tras recorrerme tres quioscos, acabé comprando el primer fascículo en una tienda especializada de Alicante.
El reclamo principal de este coleccionable son, evidentemente, las miniaturas en cuestión, y por lo tanto era lo que tenía que dar la cara. En el caso de la primera entrega, el idolatrado X-Wing es el que ha visto reducidas sus dimensiones hasta caber en la palma de la mano. La miniatura está bastante bien conseguida, con un moldeado de plástico aceptable y una capa de pintura bastante buena, aunque hay detalles que se podrían haber perfilado mejor.
La segunda entrega del coleccionable fue acompañada por el mítico Halcón Milenario, cuya miniatura presentaba un mejor acabado y una aparentemente mayor robustez que la del X-Wing. Aunque también hay que tener en cuenta que esto depende de la estructura de la nave original, un destructor imperial será siempre más sólido que un Y-Wing, por poner un ejemplo.
En cuanto a la información que se nos da en los fascículos, puede que no sea nada nuevo para los mayores fans de Star Wars. Por supuesto se nos habla de las naves y de su papel en la saga galáctica. También los personajes principales (y los no tanto) tienen sus páginas dedicadas a su biografía y su papel en la saga. Aunque lo mejor que veo yo en estos fascículos son las curiosidades que cuenta sobre el rodaje de las películas o una breve historia sobre los realizadores de la saga, como por ejemplo Ben Burrt, el ingeniero de sonido responsable de las seis películas.
La primera de las entregas, de un total de 60, salió a la venta por menos de dos euros, la segunda por 6,99 euros y a partir de ahí las siguientes entregas tendrán un precio de 11,99 euros, lo cual veo demasiado exagerado para un gasto quincenal. La opción de suscribirse es posible (como no) y todo aquel que lo haga recibirá como obsequio un calendario perpetuo (algo que veo bastante estúpido) y la miniatura de la Estrella de la Muerte, lo cual significa que no podremos ver esta miniatura en ninguna de las entregas futuras, así que hay que darle un tirón de orejas a la gente de Planeta por esta mala jugada.
En definitiva, este coleccionable sólo gustará a los muy fans de la saga que sean capaces de ignorar el hecho de que precisamente se trata de un coleccionable, por lo que es muy probable que conforme aumente el número de entregas, se tienda a estirar la información que se ofrece e incluso puede que se la inventen.
Sitio oficial | Star Wars: Naves y vehículos
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