Algunas se quedan cortas y otras se pasan de frenada. Sony Pictures parece encontrarse muy cómoda en este segundo grupo y a este paso lo único que nos va a quedar para el cine con The Amazing Spider-Man 2: El Poder De Electro es al niño pesado de la fila de atrás. Daros por avisados…
Siempre hemos sabido que la batalla más importante para Spider-Man es la que mantiene en su interior: la continua lucha entre sus obligaciones diarias como Peter Parker y las extraordinarias responsabilidades como Spider-Man. Pero en The Amazing Spider-Man 2: El Poder de Electro, Peter Parker se da cuenta que va a tener que enfrentarse a un conflicto aún mayor.
Es estupendo ser Spider-Man (Andrew Garfield). Para Peter Parker no hay una sensación más increíble que la de deslizarse entre los rascacielos, aceptar el hecho de que se ha convertido en un héroe y pasar tiempo con Gwen (Emma Stone). Pero ser Spider-Man tiene un precio: Spider-Man es el único capaz de proteger a sus conciudadanos neoyorquinos de los temibles villanos que acechan la ciudad. Con la aparición de Electro (Jamie Foxx), Peter tendrá que enfrentarse a un enemigo más poderoso que él. Y cuando su viejo amigo, Harry Osborn (Dane DeHaan) vuelve, Peter se da cuenta de que todos sus enemigos tienen una cosa en común: OsCorp