Empieza la proyección: aparece el logo de Universal pixelado y su sintonía suena como si la reprodujera nuestra vieja Game Boy. La cosa pinta bien. Poco después nos topamos con los primeros fotogramas de Michael Cera en la piel de Scott Pilgrim, en una escena calcada al comienzo del cómic, y las buenas sensaciones persisten: su forma de actuar y esa cara tan peculiar que tiene, le vienen como anillo al dedo para interpretar al nuevo héroe juvenil de la cultura pop.
A partir de aquí, vamos avanzando en la conocida (para los lectores de la obra original) historia de Scott y sus amoríos, su encuentro con Ramona y los enfrentamientos contra los temibles ex-novios despechados. La peli sigue con fidelidad el desarrollo del cómic (ya profundizaremos más en la relación entre ambos en un próximo post), así que esta cinta se convierte en una explosiva mezcla de géneros que, sin duda, dejará desconcertado a más de un espectador. Y es que en cuestión de unos pocos minutos, pasamos de la comedia romántica juvenil al cine superheroico, pasando por la comedia musical, el humor gamberro e incluso el cine de Bollywood.
Pero esta puesta en escena no sería tan fresca y original de no ser por la multitud de detalles visuales que contiene: barras de energía que se vacían cuando el personaje va al baño, iconos de 1UP, onomatopeyas al más puro estilo Batman sesentero (eso sí, no tan cantosas), indicadores de velocidad… Los homenajes a la estética y la imaginería visual de los videojuegos son constantes, para disfrute de los más jugones y también para aquellos espectadores que sin ser especialmente adictos al joystick, quieran descubrir una forma dinámica y novedosa de narrar una película.
El montaje de la cinta es muy veloz y la transición de unas escenas a otras es fluida aunque un tanto vertiginosa. De hecho, aquí se encuentra para mí el principal defecto de la película: que atosiga un poco. Condensar 6 tomos en menos de dos horas no es tarea fácil, pero aquí no se ha optado por suprimir información, sino más bien por disparárnosla a bazookazos.
Apenas hay respiro entre unos combates y otros, mientras la trama se desarrolla sin tregua y los personajes salen un pelín perjudicados por la falta de tiempo para indagar en ellos. ‘Scott Pilgrim contra el mundo’ es una película rápida, condenadamente rápida, y aunque no sea un defecto que oscurezca sus muchas virtudes, se echa en falta algún descanso en el ritmo, aunque sólo sea para apreciar mejor las escenas en las que efectivamente hay que pisar el acelerador.
En lo que repecta a los combates, todos están bien resueltos (quizá algo apurados los últimos) y cada uno toma su influencia visual de un tipo de videojuego: los de lucha, los de carreras, los musicales… Lo único que he echado en falta es algún indicio, previo al primer combate, de las habilidades de Scott para la pelea; pues todo encaja una vez que te haces a su peculiar mundo, pero de primeras deja un poco descolocado.
Por lo demás, la peli se disfruta de principio a fin y hace total justicia al cómic original. El tirón de orejas, en esta ocasion, va para Universal, que nos trae la película a los cines cuando ya está disponible incluso el blu-ray en otros países. Ocurrió lo mismo con ‘Kick-Ass’ y al final son ellos los perjudicados. Con los tiempos que corren, más vale acercarse lo más posible a la fecha de estreno original porque el espectador ya se ha cansado de esperar durante meses a poder disfrutar de sus películas.
PD: A los que os encanta el personaje de Kim, os alegrará saber que Alison Pill lo parte en su interpretación de la gélida y sarcástica batería de los Sex Bob-omb. ¡Basta una mirada suya para que te ensucies la muda!
Ficha técnica
- Título: Scott Pilgrim contra el mundo
- Director: Edgar Wright
- Guión: Michael Bacall y Edgar Wright
- Intérpretes: Michael Cera, Alison Pill, Mary Elizabeth Winstead, Kieran Culkin
- Distribuidora: Universal
- Estreno en España: 12 de noviembre de 2010
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