Todo este post es un GRAN SPOILER sobre la cuarta temporada de Perdidos así que si no la has visto aún y quieres seguir feliz en tu «ignorancia» mejor que saltes a cualquier otro artículo del blog.
Ya está, se acabó la 4ª temporada de Perdidos. Lo que comenzó hace algunos meses con «The Beginning of the End» (El principio del fin) terminó despidiéndose la semana pasada por todo lo grande con el episodio doble (triple más bien) de «There’s No Place Like Home» (En ningún sitio se está como en casa). En total 13 episodios que nos han permitido disfrutar de algunos de los mejores momentos de la serie incluyendo, o más bien destacando, el místico «Cabin Fever» o el esclarecedor «The Constant» (La Constante).
Es este último sobre el que se asentarán las bases de toda explicación futura a los misterios de la isla. La existencia materia exótica en el lugar sobre el que se levanta «La Orquídea» con la propiedad de alterar el espacio-tiempo mediante el acceso a agujeros de gusano, el efecto Casimir, o lo que los guionistas digan.
Tampoco puedo dejar de mencionar el inteligente uso de los «flashforward» en sustitución de los tradicionales «flashback», tan característicos en temporadas anteriores. La cuarta ha logrado retomar la esencia de Memento, la obra magna de Christopher Nolan, para intrigarnos, no con la duda de lo que podría pasar, sino con la certeza de lo que ocurrirá y el completo desconocimiento de cómo se hará posible… Jack barbudo y alcoholizado al borde del suicidio, Kate libre de sus problemas con la justicia haciendo de madre modélica, Hurley como una chota jugando al ajedrez con fantasmas, o Sun convertida en la nueva aliada de Widmore.
Si la 3ª temporada finalizaba con el sacrificio de Charlie (lo confieso, no pude evitar soltar alguna lágrima), esta 4ª lo ha hecho con la revelación de la identidad de Jeremy Bentham (pensador inglés padre del utilitarismo: la moralidad de cualquier acción viene definida por su utilidad para la humanidad), el inesperado hombre dentro del ataúd y una muestra más de lo que decía en el párrafo anterior: sabemos quién morirá, pero no sabemos como.
¿Y ahora qué? Pues nos quedan dos temporadas de 17 episodios por delante en los que espero que resuelvan los principales misterios de la isla como los números, el origen del humo negro, los susurros, las propiedades curativas/abortivas de la isla, Jacob, la teletransportación, o las constantes apariciones de difuntos como el Dr. Shephard, Charlie o… ¿Claire?. Y eso sin hacer mención a otras más triviales pero no menos interesantes de cara al desarrollo de las próximas temporadas:
* ¿Está realmente muerto Jin?
* ¿Como se las apañará Jack para convencer al resto de los Oceanic 6 (Sayid, Hurley, Sun, Kate y Aaron… especialmente complicado con los tres últimos) y, presumiblemente, a Desmond, de que deben regresar a la isla?
* ¿Qué demonios pasó en la isla después de que la «moviesen» de sitio para que Locke terminase donde terminó?
* ¿Como concluirá la batalla entre Widmore y Bejamin Linus ahora que «las reglas han cambiado»?
* ¿Serán felices y comerán perdices Desmond y Penny? (especialmente teniendo a Linus tras su cabeza como hija de Widmore)
* Y por último pero no menos importante… por el amor de dios, ¿explicarán algún día lo de la estatua con el pié gigante con cuatro dedos?
En fin, nos vemos en Febrero del año que viene.
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