A un día del estreno oficial en España de la adaptación televisiva de ‘Los muertos vivientes’ (aunque más de uno no habrá resistido la tentación de verlo por otros cauces), las críticas y valoriaciones que han ido llegando de diferentes medios coinciden en que el primer episodio es excelente y cumple con todas las expectativas que llevamos meses gestando. Y no es para menos, pues el trabajo de Frank Darabont hace justicia absoluta al cómic original.
La trama de este primer episodio se va desplegando lentamente, lo cual ya nos lleva a pensar lo corta que se nos quedará esta primera temporada de 6 episodios (aunque ya se confirmó que se harán más). En este post haré lo posible para que haya los mínimos spoilers, aunque si queréis llegar vírgenes al estreno, tal vez no debáis seguir leyendo (aunque ya digo, tampoco se va a desvalar nada importante, máxime si sois lectores del cómic).
Esta primera entrega todavía no se desmarca apenas del camino trazado por Kirkman en sus guiones. Algo lógico, pues apenas da tiempo en la hora que dura el episodio a presentarnos a Rick, su situación familiar y sus primeros encontronazos con la plaga zombi que se ha desatado. El añadido más destacable al original es una secuencia, en la primera recta del episodio, en la que Rick y Shane tratan de detener a un fugitivo; en ella asistimos al incidente que hace terminar a Rick en el hospital.
A partir de entonces, el episodio sigue más o menos al dedillo lo que se narra en el cómic. Rick despierta completamente solo en el hospital y empieza a encontrarse con las primeras criaturas hambrientas. Posteriormente conoce a Morgan y su hijo Duane, que le ponen al día de lo ocurrido. Al igual que en el cómic, Darabont se centra ante todo en los personajes, en su trasfondo, en lo que sienten al verse envueltos en estas situaciones límite.
En este sentido es destacable el trabajo de los actores, especialmente el de Andrew Lincoln, que cumple a la perfección en la piel de Rick: cómo muestra su desesperación al no saber nada del paradero de su familia, la frialdad con que encara a la niña zombi al principio del episodio, y una de mis escenas favoritas: la de la mujer zombi que yace tirada en el suelo, sin piernas, alargando la mano para intentar atrapar a Rick, y como éste se acerca a ella para terminar con su sufrimiento. Sublime. Si alguien se preguntaba si era la elección más apropiada para interpretar al prota, creo que le quedarán pocas dudas tras visionar el episodio.
Y claro está, tampoco pueden faltar los zombis. Estos meses nos hemos hinchado a ver imágenes del rodaje en las que la caracterización de los actores hablaba por sí misma: terrorífica y creíble. Ni siquiera decae el nivel cuando Rick llega a la ciudad y se topa con una gigantesca horda de muertos vivientes: una escena brutal, que abre grandes expectativas sobre lo que todavía nos queda por ver.
Así pues, de momento es imposible sacarle peros a ‘Los muertos vivientes’. Tanto el guión (sólido y fiel al ritmo del cómic), como las interpretaciones (enérgicas, conmovedoras), como la fuerza de las escenas de acción, nos dan como resultado un arranque de serie inmejorable que ojalá se siga manteniendo conforme lleguen las demás entregas.
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