El viernes pasado, tras meses con el corazón en vilo y no siempre por razones argumentales, se dio por terminada la tercera temporada de una de las series favoritas de fandom: ‘Fringe‘. La serie de Abrams, Kurtzman y Orci protagonizada por una división del FBI que se encargan de casos que no se explican con la ciencia convencional (por así decirlo). La serie (con planteamiento similar al de ‘Expediente-X‘) pronto se convirtió en todo un referente de la ciencia ficción televisiva y en una de las mejores series que se pueden disfrutar ahora mismo.
Esta tercera temporada tenía el reto de la supervivencia. Sí, es una serie que ven cuatro gatos en la tele y eso significa muerte. Si ya en la segunda temporada las cosas estaban chungas, en esta lo estaban todavía más. El caso es que ante esta perspectiva los guionistas tenían la misión de ir cerrando tramas, por si les cierran el chiringuito. Como resultado nos encontramos con una temporada en la que han ido a por todas, cerrando un ciclo en la serie y dejando por el camino muy buen sabor de boca.
‘Fringe’ se despide del carácter episódico
Una de las principales novedades que trajo consigo esta tercera temporada radica precisamente en el completo abandono de los episodios autoconclusivos. Ese carácter procedimental de la serie, tan criticado por muchos, que nos presentaba cada episodio el loco/monstruo de la semana que poco o nada tenía que ver con la trama general de la serie. Una decisión creativa generada, sin duda, ante el conocimiento de que ‘Fringe‘ está(ba) en la cuerda floja. Cada episodio que pasa está más cerca del final y, no nos engañemos, que con sus datos haya sido renovada para una cuarta temporada ha sido un milagro televisivo de estos que pocas veces se ven en la vida, más teniendo en cuenta que la que firma la renovación es FOX, cadena a la que no le tiembla el pulso a la hora de cancelar una serie.
Así pues con este panorama, y la incertidumbre constante sobre si esta temporada podría haber sido la última, el equipo creativo se ha visto medio obligado a despojarse de la “procedimentalidad” de ‘Fringe’ y abrazar, irremediablemente, su “serialización”. Cada episodio avanzaba en pasos agigantados la trama general de la serie, comenzando con todo el tema de las Olivias de ambos universos y continuando con la máquina del día del juicio, los primeros hombres y la vida y muerte en ambos universos. Vamos que la historia ha avanzado de manera abrupta episodio a episodio.
Evidentemente sí que había casos, teníamos cada semana el monstruo/caso del episodio con la principal novedad de tener tanto casos en el universo primo como en el alternativo, con lo cual todo tenía que ver con esta trama principal. Hasta que llegó un punto en el que ya desapareció esta dinámica. En este sentido ‘Fringe’ molaba más antes. No sé, una vez asumido el tono procedimental de la serie queda un poco raro cuando caen en una etapa en la que solo hacen episodios basados en la mitología y la trama de la serie. Por otro lado el tema de “este caso me recuerda a unos experimentos que hice yo en abril del setenta y cuatro” empezaba a oler mucho. Pero, como se suele decir, una cosa no quita la otra y creo que deberían haber buscado el equilibrio como en la segunda temporada.
‘Fringe’: historia de dos universos
Desde la segunda temporada, sobre todo desde la segunda mitad de ésta, estaba claro que la historia de ‘Fringe’ se iba a empezar a contar a través de los dos universos conocidos en la mitología de la serie. Cosa que se hizo necesaria al terminar la segunda temporada e iniciar la que nos atañe, la tercera. Y es que en ese momento la serie iniciaba un, por así decirlo, segundo acto en la que se desarrolla la “Cruzada” de Walternate para acabar con el universo principal de la serie por el daño que hizo Walter al cruzar, mientras por el otro lado teníamos la odisea de reconstruir la máquina de marras.
En líneas generales la temporada me ha dejado muy satisfecho, quizás pasó un pequeño bache (de esos que suele haber cuando se hacen temporadas de 22 episodios de series de este tipo) en el que la serie acusaba cierta inercia creativa. Claro está que una vez se empieza a afrontar la tanda final de episodio todo es un no parar a base de cliffhangers que hacen que no pueda esperar a ver cada nuevo episodio que salga, hasta llegar al final que usa un recurso usado hasta la saciedad (la visión del futuro apocalíptico a evitar) pero no por ello menos eficaz, con momentos que beben directamente de las fuentes de la ciencia ficción.
Mis cinco episodios favoritos de la tercera temporada de ‘Fringe’
No quería concluir esta reseña sin comentar los que son los cinco episodios que más se han quedado en mi retina, mis cinco episodios favoritos de esta temporada:
- ‘Olivia‘ (3×01): A los primeros episodios siempre les tengo cierto cariño especial. La verdad es que este episodio es impactante y lleno de acción ya que nos presenta el “día después”, de la retención de nuestra Olivia en el Universo Alternativo.
- ‘The Abducted‘ (3×07): Uno de los “monstruos” más aterradores de la serie: Candyman que secuestraba niños para sorberles las hormonas a través de la pituitaria. También es un episodio clave por ese pedazo de cliffhanger que nos dejó.
- ‘6B‘ (3×14): Este episodio es, quizás, el más ñoño de toda la serie. Más por la historia de quien sufre la situación “fringe” que por otra cosa. Sin embargo es la primera vez que vemos a Walter presenciando el comienzo del fin, la colisión de ambos mundos.
- ‘Subject 13‘ (3×15): ambientado en los años 80 que continúa la historia del de temática similar de la segunda temporada ‘Peter’, es decir, son los días después del “secuestro” de Peter de niño. Muy buen episodio en general.
- ‘Lisergic Acid Diethylamine‘ (3×19): Uno de los últimos episodios y, quizás, el más arriesgado. Si ya de por sí el tema de Bell y Olivia fue un poco raro, el episodio donde lo solucionan lo es, si cabe, más. Bueno, de hecho el título habla por sí mismo. Lo que más me gusta (a parte del cómo “recuperaron” a Bell a golpe de animación) es que plantaron ciertas semillas interesantes.
¿Y ahora qué?
La pregunta del millón. No sé vosotros pero durante todo el último episodio de la tercera temporada de ‘Fringe’ estuve teniendo la sensación de que estaba viendo el final de la serie. Y en cierto sentido creo que, por lo menos, asistimos al final de ese segundo acto que comentaba en el apartado anterior y seguramente de todo un ciclo. Al haber haber cerrado una de las tramas principales, la máquina del Día del Juicio, con el fin de la existencia de Peter incluído (cosa “profetizada” por los observadores), toca cambiar muchos esquemas y, quizás, iniciar una nueva etapa de la serie.
Así que ahora cabe preguntarnos ¿qué nos encontraremos en la cuarta temporada de la serie? ¿Por donde van a tirar? Los guionistas tienen, de nuevo, un abanico casi infinito de posibilidades para desarrollar, amén de las preguntas que se quedan en el tintero. Y ahí estaré yo atestiguando sus diversos descubrimientos.
- Creadores: JJ. Abrams, Alex Kurtzman, Roberto Orci
- Cadena: FOX
- Interpretes: Anna Torv, Joshua Jackson, John Noble
PD. No sé vosotros pero mucho de lo que vimos en el último episodio de ‘Fringe’ me ha recordado mucho a ‘Doctor Who‘ tanto a nivel argumental como de desarrollo. No sé, es la sensación que he tenido.
En ¡Vaya Tele! | ¿El más difícil todavía para ‘Fringe’?
En ZonaFandom | Nuestras primeras impresiones sobre la tercera de ‘Fringe’
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