Alien, 2001 Una odisea en el espacio, Solaris o cualquier película/episodio de Star Trek. Todas tienen una cosa en común: los pasillos. Me encantan los pasillos. Con frecuencia son auténticos personajes con su propio papel dentro de la historia y salvo contadas excepciones proporcionan a los diseñadores de producción el lugar esencial sobre el que construir el tono de las películas, desde el blanco inmaculado de 2001 las orgánicamente repulsivas entrañas de la nave donde encuentran los huevos de Alien.
¿Os imagináis Alien a campo abierto? ¡Sería una vergüenza de película! ¡Sería…! ¡Sería…! Sí, ya, sería exactamente como Alien vs. Predator II. El caso es que Martin Anderson de Den of Geek ha publicado un curioso artículo al respecto del que a continuación encontraréis algunos de los ejemplos más destacables.
Moonraker (Lewis Gilbert, 1979)
Algo que no puede faltar en ningún corredor de una película de James Bond que se precie son las chicas y mirad las minifaldas que se gastaban en las estaciones espaciales al borde los 80.
La Fuga de Logan (Michael Anderson, 1976)
Todo es plateado y brillante en el domo. Lástima que al cumplir los 30 tengas que ser inmolado por el bien de la comunidad (creo que utilizan la grasa del cuerpo para fabricar los productos de limpieza de esos túneles).
Aliens (James Cameron, 1986)
Años antes de que juegos en primera persona como Doom o Quake nos hiciesen recorrer pasillos y más pasillos temiendo lo que podíamos encontrar a cada esquina, James Cameron ya nos mostraba lo terrorífico que puede ser una serie de corredores interminables con serios problemas de iluminación.
Saturno 3 (Stanley Donen, 1980)
Es posible que alguien estuviese cocinando huevos mientras buscaba nuevas ideas para los diseños de producción de esta película protagonizada por Kirk Douglas, pero lo cierto es que sus corredores son tan mareantes como hipnóticos.
Moon (Duncan Jones, 2009)
Aunque es con diferencia la más reciente de la lista, el que siempre será hijo de David Bowie (por mucho que se cambie el nombre) ha optado por un estilo retro muy Star Wars que viene a plantearnos como serían los corredores prefabricados de Ikea en la luna.
Alien (Ridley Scott, 1979)
Y para terminar, los claustrofóbicos corredores industriales de Nostromo, la nave de la película original de Ridley Scott. Eso sí que son las tripas de una nave y lo demás son tonterías. Ahora bien, aún más horrible que cualquier Alien de 3 metros al acecho es la perspectiva de trabajar en el equipo de limpieza y tener que pasarle el trapo del polvo a tanto tubo.
¿Cual es vuestro preferido?
Vía | Io9
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