Los buenos e inocentones de Xataka realizaron una maniobra extraña al intentarnos borrar la memoria con el desneuralizador, pero, como diría el Chapulín Colorado, no contaban con nuestra astucia y como buenos frikis estamos siempre preparados porque llevamos con nosotros en todo momento el gadget definitivo de ciencia ficción, y es que la gama tecnológica no siempre implica infalibilidad. Por eso hoy os presentamos la nunca suficientemente homenajeada toalla.
Sí señores, las gafas de sol no son lo único que evita los efectos del desneuralizador, simplemente lo tapamos o nos tapamos con la toalla et voilá, el ataque ha sido futil. Y es que la toalla es el gadget definitivo. Sí, eso que normalmente la gente subestima dejándola arrinconada en el cuarto de baño, todo esto descubríamos gracias a Douglas Adams, quien nos da unas pinceladas sobre la Toalla en la Guía del Autoestopista Galáctico.
La Guía del autoestopista galáctico tiene varias cosas que decir respecto a las toallas.
Dice que una toalla es el objeto de mayor utilidad que puede poseer un autoestopista interestelar. En parte, tiene un gran valor práctico: uno puede envolverse en ella para calentarse mientras viaja por las lunas frías de jaglan Beta; se puede tumbar uno en ella en las refulgentes playas de arena marmórea de Santraginus V, mientras aspira los vapores del mar embriagador; se puede uno tapar con ella mientras duerme bajo las estrellas que arrojan un brillo tan purpúreo sobre el desierto de Kakrafun; se puede usar como vela en una balsa diminuta para navegar por el profundo y lento río Moth; mojada, se puede emplear en la lucha cuerpo a cuerpo; envuelta alrededor de la cabeza, sirve para protegerse de las emanaciones nocivas o para evitar la mirada de la Voraz Bestia Bugblatter de Traal (animal sorprendentemente estúpido, supone que si uno no puede verlo, él tampoco lo ve a uno; es tonto como un cepillo, pero voraz, muy voraz); se puede agitar la toalla en situaciones de peligro como señal de emergencia, y, por supuesto, se puede secar uno con ella si es que aún está lo suficientemente limpia.
Y lo que es más importante: una toalla tiene un enorme valor psicológico. Por alguna razón, si un estraj (estraj: no autoestopista) descubre que un autoestopista lleva su toalla consigo, automáticamente supondrá que también está en posesión de cepillo de dientes, toallita para lavarse la cara, jabón, lata de galletas, frasca, brújula, mapa, rollo de cordel, rociador contra los mosquitos, ropa de lluvia, traje espacial, etc. Además, el estraj prestará con mucho gusto al autoestopista cualquiera de dichos artículos o una docena más que el autoestopista haya «perdido» por accidente. Lo que el estraj pensará, es que cualquier hombre que haga autoestop a todo lo largo y ancho de la galaxia, pasando calamidades, divirtiéndose en los barrios bajos, luchando contra adversidades tremendas, saliendo sano y salvo de todo ello, y sabiendo todavía dónde está su toalla, es sin duda un hombre a tener en cuenta.
Si todavía no estáis convencidos sobre la toalla, pensad en qué otro gadget es tan multiusos. Puede ser usado tanto como arma defensiva como ofensiva, sirve para camuflarse, para acicalarse, para navegar, para evitar insolaciones, para realizar torniquetes o taponar hemorragias, en definitiva, salva vidas.
Como podréis ver la toalla es el gadget definitivo, además es de baja tecnología, se encuentra facílmente, y tiene día propio. A más de un Zona Fandomero nos ha salvado de situaciones engorrosas y por ello siempre tenemos una a mano. Si no la tienes, no eres nadie, así que acércate a la tienda de ropa del hogar más cercana o a Portugal y hazte con la tuya antes de que sea demasiado tarde.
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