El 23 de junio de 1989 se estrenó en los cines yanquis la primera película de Batman dirigida por Tim Burton. El personaje ya había dado un cambio radical en el cómic gracias al trabajo de autores como Frank Miller, pero hasta entonces su presencia en las pantallas se limitaba a las coloridas coreografías del bueno de Adam West. Burton nos trajo un Batman oscuro más acorde con su homónimo de papel y, a pesar de los defectos que pueda tener el film, es indudable que se ha convertido en todo un clásico para los seguidores del hombre murciélago.
No obstante, y al igual que ha pasado recientemente con la segunda peli de Nolan, el pobre Bats queda ensombrecido en buena parte del metraje por el inigualable carisma del Joker. Jack Nicholson fue el encargado de asumir el difícil papel del payaso del crimen, con un tono mucho más festivo que el interpretado por Heath Ledger, pero no por ello menos inquietante. La escena en la que rompe el espejo tras la operación de cirugía es una de esas que a muchos se nos ha quedado grabada, hasta el punto de ser incluso parodiada en un episodio de Los Simpson.
El Batman de Burton batió récords de recaudación ya desde los primeros días, pues en el primer fin de semana se embolsó nada menos que 43 millones de dólares, muy por delante de la también taquillera ‘Cazafantasmas II’, que se estrenó una semana antes. Si bien la calidad del guión está a años luz de los firmados por Nolan, la credibilidad de los personajes y la recreación de Gotham City son motivo suficiente para que le estemos agradecidos al locuelo de Burton por aportar su granito de arena a la longeva trayectoria del Caballero Oscuro.
Vía | Bat-Blog
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