‘He-Man y los Masters del Multiverso’, forever Eternia

El mundo editorial y, más concretamente, el de los comics puede llegar a resultar completamente incomprensible, desafiando en muchas ocasiones las reglas básicas de la lógica. ¿Quién nos iba a decir que años después (en concreto, cuarenta y uno) tras su primera aparición unas figuras de acción creadas por la compañía Mattel conseguirían seguir al pie del cañón deleitando a su legión de seguidores? Estamos hablando del cosmos formado por He-Man y los Masters del Universo, unos personajes que basan su existencia en la eterna lucha del bien contra el mal pero que han conseguido sobrevivir a todo tipo de tempestades y llegar hasta hoy gozando de una salud envidiable. Es evidente que todo este éxito tiene una base que se sustenta sobre una cantidad ingente de nostalgia, toda esa de la que se ha hecho acopio gracias a la influencia de todos aquellos niños que jugaron en su momento con los muñecos articulados de He-Man, Skeletor y un sinfín de nombres que los acompañaban en sus escaramuzas. Figuras de acción, videojuegos, películas, series de televisión y, por supuesto, tebeos. Era más que evidente que había que aprovechar ese filón y no hay mejor manera que con unas buenas aventuras gráficas en las que basar todas nuestras ocurrencias. A los minicomics que se incluían en los blisters de cada uno de los muñecos habría que añadir otros tantos que fueron apareciendo a lo largo de los años en distintas editoriales. Actualmente, los derechos de publicación recaen sobre DC Comics algo que nos beneficia directamente puesto que no podemos tener la más mínima queja al respecto de la labor que ECC Ediciones está realizando a la hora de traer ese material por estos lares. 

La referencia más reciente es este ‘He-Man y los Masters del Multiverso’, una miniserie en la que convergen todas las interpretaciones habidas y por haber de los personajes de siempre, dando como resultado un relato delirante donde no faltan los consabidos conflictos entre los habitantes de  Eternia por hacerse de una vez por todas con la preciada espada de Grayskull. Una trama que nos trae a un Anti He-Man como villano de la historia y que irá saltando de universo en universo con la intención de destruir a los distintos He-Man de cada uno de ellos, haciéndose de esta manera con todas las espadas existentes y acumulando un poder inimaginable. ¿Quién podrá hacerle frente? Pues irónicamente será el Príncipe Keldor (sí, el que más tarde acabará convirtiéndose en Skeletor) que reunirá a las distintas encarnaciones del héroe de Eternia para poder hacer frente a la amenaza con garantías de victoria. Tim Seeley entrega un guión que evita en todo momento convertirse en una mera excusa para que aparezcan todas las versiones imaginables por los aficionados, esfuerzo que se ve recompensado al tratarse de una lectura interesantísima y perfectamente orquestada. Por su parte, Dan Fraga y Tom Derenick, realizan un trabajo titánico para adaptar el estilo de cada uno de los personajes a la época a la que corresponden, siendo el resultado final un festival visual que dejará satisfecho al aficionado más exigente. No se puede pedir más.