‘Ángel Sefija: Para Acertar los Catorce’, misma fórmula, mismo resultado

Más de veinte años de carrera. Un dato bastante importante si tenemos en cuenta la naturaleza del producto que hoy tenemos entre manos. Todo el mundo conoce a Mauro Entrialgo, un autor de discurso tan ácido como contundente, de los que cuentan las verdades tal y como son y a las que siempre sabe imprimir su particular sello personal. No solo por su estilo de dibujo, muy característico, sino por su forma de explicar y exponer las cosas que quiere hacernos llegar, un tebeo de Entrialgo se identifica con un leve hojeo sobre él. Veinte años, pero no del autor, sino del personaje, un Ángel Sefija del que ha aparecido su decimocuarto volumen recopilatorio titulado de forma muy acertada ‘Ángel Sefija: Para Acertar los Catorce’. Una creación que el de Vitoria-Gasteiz utiliza para hablar de todo tipo de temas candentes, ofreciendo al lector una visión crítica y poco distorsionada de todo aquello que tiene que ser puesto a debate. Para ello no duda ni un solo segundo en hacerlo con un sentido del humor directo y cínico, muy cómico y acertado, exagerado por momentos pero sin faltar a la realidad. Poco importa si toca algo de vital trascendencia o, por el contrario, se trata de un tema más trivial, la franqueza con la que se desarrolla la exposición ha elevado a Entrialgo a uno de esos nombres que siempre hay que tener en cuenta con cada nueva referencia que aparece publicada. Un discurso que se ha mantenido en la misma línea desde aquellas primeras páginas en las que el destroyer Herminio Bolaextra nos enseñaba que otro tipo de periodismo era posible.

Sefija aterrizaba en las páginas de El Jueves allá por el año 2000 y, desde entonces, ha puesto su ojo crítico en todo tipo de noticias y hechos cotidianos, sabiendo actualizar su discurso y adaptándose al momento que le ha tocado vivir. Poco importa si se fija (permítanme el chascarrillo) en la práctica del sexo en hoteles, en el cambio climático, en la política, en todo lo referente a la pandemia que hemos sufrido o en el auge de la derecha en nuestro país, todo esto y más es lo que nos vamos a encontrar en cualquiera de los volúmenes publicados por Astiberri, un cocktail explosivo que no deja títere con cabeza. Lo hace además con un punto de vista cómico pero muy certero, sí, hay que hacer reír al lector, pero no podemos olvidarnos que la visión que nos está ofreciendo debe ser tan absurda como certera, el fin es abrir los ojos del que sostiene el comic y hacerle ver que lo que le rodea no es tan bonito como parece. Además, logra todo esto, utilizando un estilo de dibujo tan simple como efectivo, unos monigotes de una sencillez extrema que son adornados con una paleta de colores perfecta, que encaja a la perfección creando un resultado final al que no se le puede poner pega alguna. A todos estos personajes de complexión imposible hay que sumar un diseño de página que no le va a la zaga, algo que con el paso de los años se ha convertido en toda una seña de identidad del autor, otro motivo más para reconocer un tebeo de Entrialgo de manera clara y sin dudar lo más mínimo acerca de su autoría. Un recopilatorio que supone otro acierto más, páginas y páginas en las que el autor consigue “engatusar” al lector y donde se crea una conexión que nos hará abrir los ojos para recibir con agrado el punto de vista de un tipo al que parece que conocemos de toda la vida.